¿Por qué lo hacen?
Porque a veces los papás también se ponen emos y creen que ya no los queremos como antes, que nuestra vida es más interesante, que ya pasamos la página, que la vida familiar no es importante. Entonces, siempre te chantajean con toda clase de cosas: achaques de enfermedad, presunta soledad y depresión, nietos inexistentes…
¿Cómo contrarrestarlo?
No caigas en el juego. Una cosa es que quieran verte más seguido, que te comportes más amorosamente, y que seas más considerado… pero otra es que te amenacen con su salud y esas cosas que a algunos jefecitos se les dan tan bien. Tú sabrás cómo esquivarlo.
¿Tenemos razón al engentarnos?
Claro, porque no hay nada peor que el chantaje. Así venga de tus mismos procreadores.