– Disculpe señora: está estacionada en doble fila ¿podría dejar de hacerlo?
– Pero, pero, pero estoy dejando a mi hija en la escuela
– Lo entiendo, pero está prohibido ¿puede moverse?
¿Cómo responderías si una persona llegara a tu auto diciéndote con buenos modales que eres un infractor?
Y es que con el nuevo reglamento de la Ciudad de México, hasta parece que manejar es pecado como dice en los memes. Las multas están durísimas y algunos piensan que muchos van a querer dar mordida en vez de pagar una multa de 5 mil pesos. Sin embargo, creemos que nada te va a pasar si eres un buen conductor. Manejar y usar el celular a la vez es peligrosísimo y por supuesto que nada te da derecho a subirte al paso de cebra. Bien aplicado, este reglamento mejorará nuestras vialidades y seguramente salvará muchas vidas (bueno, somos optimistas).
Si en México los conductores son malos, no hablemos de los de Rusia: allá te sacan la pistola a la menor provocación, te avientan lámina y hasta los mismos peatones se avientan a los autos intencionalmente para cobrar el seguro (¡wtf!).
Y es en Moscú donde nació un grupo de activistas llamado Stop a Douchebag, que trata de corregir las malas conductas viales a la manera rusa: es decir, con amabilidad pero esperando los trancazos. En 2015 se volvieron virales aunque tienen más de cinco años funcionando: si el infractor no quiere hacer caso, le ponen una calcomanía enorme en el parabrisas que es muy difícil de quitar ¿quieren ver un video?
Stop a douchebag no es su nombre oficial. El original es CTOπXam (o Stop Xam, que es una palabra rusa para designar a la gente ruda) aunque una buena traducción sería “Detén a un cretino”. Nació en 2010 después de que Dmitry Chugunov, su líder, pasó más de tres horas esperando mover su auto después de que otra persona lo bloqueó por estar mal estacionada. Organizó este movimiento ciudadano con un grupo de amigos y se les ocurrió crear esos grandes stickers que cubren medio parabrisas y que contiene la leyenda “Escupo en todo, manejo donde me da la gana”. Comenzaron en Moscú, pero ya se expandieron a otras ciudades de Rusia.
Mucha gente los apoya y ya tienen un buen número de seguidores que los ayudan con donaciones. Hasta la policía les ofrece apoyo cuando las cosas se vuelven violentas. Son un verdadero fenómeno viral. Por lo que podemos ver, algunos conductores son decentes y obedecen sus indicaciones, pero otros… son bastante violentos. Ahí les va otro video.
Gran parte de sus videos acaban en trancazos, gritos y hasta los han atropellado. Los acusan de todo: de hablar con acento extraño, de malvivientes, de no tener trabajo o de no ser oficiales. Pero no fallan: hasta el Presidente Putin ha expresado su apoyo al grupo de manera no oficial.
En Rusia tienen un canal donde acumulan más de 2 millones de seguidores. Para nosotros los occidentales, tenemos uno con traducción al inglés con cerca de 300 mil. Digamos que es como nuestros Supercívicos, pero a la rusa. Esperemos no tener que llegar a estos extremos, pero estos chicos se merecen nuestro apoyo ¿Crees que es buena idea enfrentarse así a los infractores?