Lunes 23: mañana es la cena de Navidad y todos se preparan para el ágape. Tu pareja te pide que se dividan entre los dos, pues no le parece justo que sólo se chuten las mismas anécdotas de tu tía Nelly. Pones cara de entusiasmo, aunque en tus adentros te carcome la angustia por no saber qué hacer o cómo reaccionar con ellos.
Posoye… siempre los has visto un ratito, si acaso han pedido una pizza entre todos, pero de eso a ir bien vestidos para compartir una fecha así: pues nel.
Y en realidad, la cosa no es tan terrible. Aquí te compartimos algunos consejos que nos dio Valeria Schapira, experta en relaciones de Match.com.
El tacuche
¿Qué me pongo? ¿Estará bien si me pongo ese vestidito cachetero o mis botas vaqueras y mi camisa a medio abotonar? Bueno, Valeria nos dijo que: ‘cada quien debe usar lo que le guste usar; no vale cambiar sólo para complacer a los otros. Eso no implica que no haya que cuidar determinadas formas, sobre todo en fechas tan significativas como la Navidad’. O sea, usen lo que les guste, pero pues tampoco abusen.
Lo que ella nos recomienda es lo siguiente: ‘si se va a pasar Navidad con la familia política, tomarse unos minutos para elegir la ropa no está de más. No necesariamente hay que estrenar una prenda ni gastar lo que uno no tiene. Se estila usar algo arreglado en las mujeres, un lindo vestido o falda, por ejemplo. Evitar los escotes demasiado provocadores o los vestidos excesivamente cortos como señal de respeto a los mayores. En los hombres también aplica el esmero en la elección de la vestimenta. Una playera adecuada, una camisa, un pantalón. En lo posible evitar los pantalones rotos’.
¿Y de qué hablamos?
No te las quieras dar de experto en física cuántica si ni siquiera aprobaste los exámenes de física básica en secundaria. No trates de impresionar a nadie con temas de los que no tienes ni idea.
Valeria nos comentó lo siguiente: ‘la conversación ha de fluir para que la noche sea amena y todos la pasen bien. Sin embargo, para que no haya lugar a chispazos o malos momentos, se sugiere evitar temas que tengan que ver con la política, la religión o el sexo. Y si se sabe que alguno de los asistentes a la reunión profesa fanatismo por un equipo de futbol, por ejemplo, evitar provocaciones relacionadas con el tema. Lo ideal es tener una plática ligera. Es una noche al año y la idea es pasarla en armonía. Uno puede tener las mejores intenciones, pero no sabe a qué interlocutor se va a encontrar.
Ahora bien, si tu boca escupe palabras fuera de lugar, no hay por qué alarmarse: ‘lo ideal es escurrirse con elegancia del tema. Levantarse a buscar más bebida, por ejemplo, para cortar el tema y en lo posible iniciar otro de manera casual al regreso. O preguntarle a la dueña de casa si necesita ayuda en la cocina. Cualquier excusa es válida para desviar el foco de atención de una potencial ‘bomba’ que puede estallar en cualquier momento’.
Llévele, llévele, el detalle para esa ocasión
Vamos, es una buena oportunidad para quedar bien con la familia de tu quiubolesqué, así que: qué diablos, móchate con algo. Valeria nos dijo esto: ‘siempre que se va invitado a una casa debería llevarse algún detalle. Alguna botella para brindar, por ejemplo. Un postre es otra buena alternativa, pero lo ideal es consensuar con quien armó la reunión para no descompaginar el menú que el dueño de casa tenga en mente. También puede llevarse un lindo ramo de flores a la anfitriona, dulces o un adorno, aunque esta última alternativa puede ser más ‘riesgosa’ si no se conoce el gusto de la familia’.
Esto significa que…
A ver, no te hagas ideas. Puede significar algo grande o no. Ir a la cena de Navidad con tu familia política no significa que ya eres parte de ellos. Simplemente es una cordial invitación y sanseacabó. ‘Que tu pareja te incluya en su plan familiar no quiere decir que por ello la relación sí o sí se consolide. Pero es una buena señal de que te considera uno más de ellos’, nos dijo Valeria.
Ah ok, ¿y si no quiero ir?
Ya te dimos toda la artillería pesada para sobrevivir a esta cena, pero si de plano no se te revienta la gana de ir, es válido. ‘Si uno no desea asistir a la reunión, una amable excusa es ideal. Lo mejor es aducir ‘tironeo’ del lado de tu familia. O que hay un amigo angustiado que necesita tu oreja. O un viaje. Es una mentirita piadosa para no herir susceptibilidades. No olvides que, aunque tu familia política no te caiga bien, no deja de ser la familia de tu pareja. Y si su relación avanza, te esperan muchos años de interacción con ellos’, como bien nos comentó Valeria.
Así que, te aclimatas o te acli… aguantas. Bah, es sólo una noche, disfrútala.