¿Has oído hablar de algo llamado la “netiqueta”? Se le llama así al conjunto (con voz docta) de normas de cortesía e interacción que deben respetarse mientras uno navega por internet. Claro, a todo mundo se le olvida y acaban portándose como unos patanes, sobre todo en redes sociales tan concurridas como Twitter.
He aquí las 5 conductas más desagradables de los Twitteros.
¿En qué consiste?
La gente que twittea demasiado tiene un problema de dismorfia mental: viven en la creencia errónea de que a todos nos interesa realmente lo que están haciendo. En serio, usar el Twitter literal es idiota: no es interesante que digas cosas como “tengo hambre”, “se me antoja un helado”, “fui por un café”, “voy al baño” y demás sandeces portables en 140 caracteres.
¿Por qué nos molesta?
Porque nos llenan el time-line (digamos, la página de inicio) con sus idioteces. En serio, esfuércense poquito. El Twitter no será un blog (y ojalá jamás lo sea), pero no se trata de abusar. Esfuércense por ser más creativos y amenos en sus twitts… o se ganarán un unfollow inmediato.
¿Cómo contrarrestarlo?
Ponle un montón de replies a esta gente molesta, hasta que se dé cuenta de lo absurdo que es el sobre-twitteo. Si quieres ser más vil, mándale muchos mensajes directos, hasta llenar casi su buzón e implorar a los dioses jamás haber sobre-twitteado tanto.