¿Qué pasó?
El pop star británico favorito de muchos estaba dando un concierto en Leeds. En una de esas, quiso hacer uno de sus pasitos mamones (al estilo Mickey Mouse de los años treinta) y zaz: cayó acostadito, en pose de Michael Jackson de los ochenta. Siguió cantando y bromeó al respecto, pero se quedó acostado, quesque para pasar el oso.
¿Qué debió haber dicho después del oso?
Nada. Cualquier broma de Robbie cae mal.
La forma de prevenirlo, para la próxima…
¡Deja de presentarte! ¡Deja de hacer discos, Robbie!
Madrazómetro: 5 de 10
https://www.youtube.com/watch?v=XpnxxURoY5M
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