Desde los primeros minutos en que tomé el control y comencé esta aventura, noté varias diferencias en este Splinter Cell en comparación con los anteriores. Al inicio fue evidente el cambio en el actor que interpreta a Sam Fisher, y por lo tanto no pude quitarme la mueca de WTF?! por un buen rato. Sin embargo, hay un elemento que no sólo me hizo olvidarme de este cambio, sino que a la larga terminé aceptándolo y hasta queriéndolo: Blacklist no es una historia sobre Sam Fisher (como el juego anterior a éste, Conviction), sino es una trama muy compleja y llena de sobresaltos protagonizada por él, lo cual marca otra gran diferencia.
Así, Blacklist resultó ser al final una de esas aventuras imperdibles que tiene de todo: acción, sigilo, gadgets, balaceras, asesinatos, intrigas internacionales, humor… El guion parece sacado de las mejores novelas de acción, aderezado con gráficos increíbles, buen diseño de sonido y un reparto redondo que, sí, inevitablemente hace palidecer a Sam, pero a la larga esto no tiene por qué ser malo después de todo, simplemente llama la atención porque es un cambio evidente respecto a Conviction.
Si eres de los que juega este tipo de títulos porque amas la gran cantidad de gadgets, armas y caminos a tomar, no serás decepcionado con Blacklist, te explico por qué. En algunos juegos de este tipo, los desarrolladores se “emocionan” de más e incluyen todo tipo de artefactos, giros de tuerca, escenarios enormes y múltiples caminos que pareciera que le dan al jugador libertad infinita para jugar como quiera. Sin embargo, esta premisa pocas veces se cumple porque esos mismos creadores “amarran” al usuario, guiándolo por los caminos que ellos deciden y restringiendo el uso de todos los gadgets que te enseñan.
Como un gran soplo de aire fresco, en Splinter Cell: Blacklist podrás jugar prácticamente como quieras. Podrás usar el sigilo para evitar confrontaciones escandalosas que podrían rodearte de enemigos o usar todo tu arsenal para liquidarlos a todos. ¡Ah, pero no olvidemos los gadgets! Gracias a ellos podrás completar objetivos de formas muy variadas y nunca te cansarás. Las disyuntivas son constantes. Para resumir, Blacklist constituye una gran combinación entre sigilo y acción que te permite completar los objetivos casi libremente, por lo que querrás repetir las misiones para probar otro método y ver cómo cambia todo.
Pero ojo: digo “casi” libremente, porque el título no está exento de que en algunas áreas los desarrolladores te “empujen” a jugar como ellos quieren, pero la verdad es que son las menos y si te clavas en la trama, como seguramente lo harás, pasarás por alto estos detalles. Es una pena, sin embargo, que debido a su inclinación hacia la trama, la dificultad del título sea mínima en gran parte del mismo (además de que obtener dinero no es nada difícil), también por eso de pronto te encontrarás con que alternar entre todos esos gadgets fantásticos que tienes no te servirán de mucho para pasar a la siguiente área. Empero, esto no importa a la hora de explotar los vastos niveles, los recovecos más oscuros y la verticalidad del juego.
Tensión para dos
Si los momentos de tensión son épicos en la campaña para un jugador, cuando compartes la aventura con un amigo estarás al borde del ataque cardiaco minuto a minuto. Es por ello que la comunicación entre ustedes debe ser casi perfecta para poder pasar las misiones, si no pasará que cada quién estará por su lado haciendo lo que él cree correcto para pasar. Si bien esta situación no impedirá que avancen, lo ideal es que la tensión sea compartida. Además, las misiones cooperativas son lo suficientemente variadas como para que regreses una y otra vez.
En cuanto al multiplayer, regresa el modo de Spies vs. Mercs con un buen balance entre coordinación y estrategia (en el modo de dos contra dos) y anarquía total (en 4 contra 4), que sabemos que tanto nos gusta, la verdad. También pueden convivir Mercs y Spies en el mismo equipo (aunque luego sea medio confuso saber quién es de tu equipo y quién no).
En resumen, Splinter Cell: Blacklist es un estupendo y balanceado juego que gustará a los “desesperaditos” que todo quieren resolver con violencia y ruido, y a los más tranquilos que aman hacerse pasar por ninjas para jamás ser detectados. Gráficamente, no hay queja alguna; la trama es rica y el multiplayer es satisfactorio. En comparación con Conviction tenemos una mayoría de mejoras aunque se extraña la personalidad del antiguo Sam, pero pasando eso por alto, estamos ante uno de los mejores títulos del año.
Splinter Cell: Blacklist
Publica: Ubisoft
Consolas: 360, PC, Wii U, PS3
Género: Acción / sigilo
Salida: 20 de agosto 2013
Clasificación: M para audiencias maduras