Hace unas semanas se dio a conocer el tráiler de la obra maestra del multipremiado y 456,784 veces ganador del Óscar y reconocido en los festivales de cine más prestigiados del mundo: el talentosísimo Paco del Toro. Este directorazo, a quien Iñárritu le viene guango, en sus ratos libres se dedica a extender el reino del fanatismo y los diezmos y encontró la luz para echar a andar esta cinta que plasma de forma magistral los valores de aquellos cuya mami no tomó ácido fólico cuando estaba embarazada.
Esta joya de la filmografía mexicana que seguro la Cineteca Nacional peleará con los dientes por resguardar, es protagonizada por unos actorazos que no crea usted, amable lector, que aceptaron porque les hacía falta pagara el recibo del gas para bañarse con agua caliente, no. Ellos, aseguran que aceptaron porque chamba es chamba, casi como dijeron los líderes nazis cuando se les juzgó por sus actos: ellos sólo obedecían órdenes.
No hay que ser tan malos, además con los primerísimos actores que protagonizan la cinta, Pink tiene asegurados por lo menos 15 años en cartelera; qué Leo DiCaprio y su óscar ni qué ocho cuartos, estos hijos del Método Stanislavsky harán que usted, amable lector, derrame lágrimas y se ponga de pie a aplaudir 3 horas al terminar la proyección.
El directorazo en cuestión, después de un amplio estudio de mercado, llegó a la conclusión de que TODAS las parejas gay tienen que ser así, uno que sea el hombre (el más varonil) y otro que “la haga de mujer” (el amanerado). Y no es que esté mal que existan parejas gays así, porque las hay —y que viva la diversidad— sino que desde su óptica es la única pareja posible. El propio director comenta que, apoyado en el mismo amplisisisímo estudio de mercado, corroboró que es más fácil hacerle llegar el mensaje a gente usando estereotipos como éste, el de la loca desmecatada y el de su machín, porque es así como lo ubica mejor la gente. Ah, bueno, menos mal.
Bueno sigamos con la trama. En esta historia, los dos son alcohólicos, drogadictos, se la viven en fiestas que terminan en orgías, como todos los gays a lo largo de la historia, porque según ellos si eres gays eres promiscuo, alcohólico y drogadicto.
Un buen día a este par se le ocurre adoptar un hijo y ¡qué creen!, que se lo dan como quien va y compra una caguama en el Oxxo. El niño sufre porque en su escuela lo molestan por tener dos papás y para ganarse el cariño de estos comienza a jotear y a imitar al papá amanerado hasta que según la película al niño “se le pega lo gay”. ¡Claro, como a todos los gays se nos pegó la orientación sexual de nuestros padres! Pero sigamos: hay una hermosa escena pedagógica en la que el niño limpia el vómito de los dos papás y los cubre, estos dormidos de borrachos. Ni la Rosa de Guadalupe podría superar esto.
Bueno, pues como todos los gays son inestables, los papás terminan divorciándose y el amanerado conoce a un taxista al que trata de ligarse pero éste le responde que tienen un compromiso supremo. Por supuesto, su compromiso es con Diosito. Entonces el taxista lleva al amanerado a un lugar donde lo curan de “homosexualismo”. Sí, así. Ya curado, todo un macho alfa, regresa con su hijo para explicarle todo y de pronto entra en escena el otro papá, el machín, y le dice: “tengo SIDA y tú también”. FIN. No, no, no, nada de que vivo con VIH, me diagnosticaron VIH o salí reactivo a una prueba de VIH. La frase que vende, la frase morbosa, escandalosa, burda, es la que dice el papá machín.
A quién le importa que tras un resultado reactivo en la prueba de VIH muchos LGBT (y también heterosexuales) sean corridos de sus empleos, casas, escuelas. Aquí lo que importa es llevar el mensaje de la Verdad. Que viva el siglo XXI y la posmodernidad.
Si aún no has comprado tus boletos en preventa, corre porque se agotan. Porque claro, lo que México necesita es más estereotipos, clichés, prejuicios e ideas oscurantistas. Feliz Día Mundial para la Cero Discriminación, por cierto.
[Aclaración: si no notaste que esta nota es pura chacota y en realidad no iríamos a ver Pink ni porque nos pagaran, entonces tu detector de sarcasmo ya se te descompuso]
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