Química textual, el arte de ligar con mensajes
Por: Colaborador
Todos hemos estado ahí: escribiendo, borrando y volviendo escribir, tratando de dar la mejor respuesta posible. O preguntándole a un amigo: “¿qué le respondo?”
La química textual es un tema nuevo y sin reglas: 58% de los solteros piensa que los mensajes de texto han hecho más ambiguo el ligue, de acuerdo a un estudio realizado por los sitios Christian Mingle y JDate.
Existen tres tipos de química: la física, que es carnal; la intelectual, basada en la forma de pensar; y la escrita, que tiene que ver con la comunicación vía mensaje. Hoy, estamos buscando esa santa trinidad.
¿Existe la química textual, en serio?
Ligar vía mensaje es una especie de juego, las respuestas vienen y van; a veces las conversaciones fluyen y otras más se estancan. Es divertido y parecería no ser serio, pero estas interacciones están mutando las relaciones.
Un usuario de Whatsapp envía mil mensajes diarios; de hecho un estudio, realizado entre jóvenes por Common Sense Media, demostró que 33% consideran que mensajear es su forma favorita de comunicarse porque les da la oportunidad de controlar qué dicen.
La compatibilidad textual existe y puede determinar el rumbo de un ligue, porque en la actualidad tenemos más conversaciones virtuales que cara a cara.
¿Cómo saber si son textualmente compatibles?
Nos comunicamos todo el tiempo vía mensaje, pero no hemos logrado descifrarlo del todo porque a la hora de escribir lo que una persona ama, otra puede odiarlo.
Las quejas son muchas, y muy contradictorias: que si usa muchos emojis, o no manda ni una carita feliz; si contesta muy rápido, o te deja tres días en visto; si escribe demasiado y te da flojera leer, o tú escribes mucho y te contesta “ja ja, ok”; si no pone ni un acento o si está obsesionado con la gramática.
La clave es encontrar a alguien con quien la conversación fluya, más allá de cómo lo hace. Otro punto importante es considerar que los mensajes siempre pueden malinterpretarse (incluso cuando usas emojis para demostrar tu emoción); y por último, no importa cuánto te escribas con alguien, la mejor forma de saber si hay o no compatibilidad es interactuando personalmente.