Y así nos podemos seguir, en una lista larguísima que, en algún momento, tope con Charlie Sheen.
¿Por qué es tan popular este muchachito?
Todos conocemos la historia: el que era el actor mejor pagado de la televisión(por interpretarse a sí mismo en la comedia Two and a Half Men) fue despedido del programa después de estar internado en un centro de rehabilitación por semanas y hacer declaraciones incorrectísimas en contra de su equipo de producción.
Lo que es más, asumió su despido como una jugosa catapulta al megaestrellato y empezó a dar extrañísimas entrevistas en donde aseguraba estar drogado de sí mismo (así de abstracto, así de humano), tener sangre de tigre, reveló que vivía con una estrella porno y una modelo (a las que llama "sus diosas"), y que era su intención ganar 3 millones de dólares por episodio. Así nomás.
Pero no es la primera vez que este joven traviesillo llega a los titulares de los diarios más importantes del mundo. Su carrera ha estado marcada por el escándalo y la fama. Aquí un recuento:
- Es hijo del afamado actor Martin Sheen, protagonista de Apocalypse Now y Badlands, dos grandes clásicos del cine.
- Fue actor estelar en las películas Pelotón y Wall Street, ambas del aclamado director Oliver Stone, en la década de los ochenta. Por estas cintas, Sheen prometía ser uno de los grandes nombres de Hollywood.
- Empezó su debacle cuando el reventón y el consumo de drogas le ganaron, más allá de los medios de comunicación,a ello se le sumaron relaciones amorosas con grandes estrellas porno de la época: Gynger Lynn y Heather Hunter.
- Ha sufrido sobredosis de cocaína en más de una ocasión, la más sonada por allá en 1998.
- Desapareció como una figura actoral reconocida y protagonizó cintas tan olvidables como Hot Shots, Scary Movie, Major League y Money Talks. Salvo la primera (que es tan mala como divertida), nadie se acuerda de las demás.
- Se casó con Denisse Richards, con quien tuvo algunos chilpayates y quien lo acusó de ponerse violento en alguna ocasión y vivírsela de farra. Después, se encueró en Playboy para el beneplácito de muchos (Richards, no Sheen).
- Luego anduvo con Brooke Mueller, otra despampanante, que también lo acusó de mal portado y hasta lo entambó por drogadicto. Aquí la fama alcanzaba a Sheen de nuevo, gracias a su participación en Two and a Half Men.
- Trató de reunirse con el mismísmo Barack Obama para jurarle, perjurarle y asegurarle que aquel episodio de las Torres Gemelas (cuando se cayeron, pues) había sido obra del propio gobierno de los Estados Unidos. Tú dirás.
Cochinadas más, cochinadas menos, Charlie Sheen se ha convertido en el pan nuestro de cada día.
No Ghandi. No Einstein. El orate de Charlie Sheen.
Chale.