Lo que en realidad pasó…
El 9 de noviembre de 1966, Paul McCartney murió en un accidente de tránsito a las 5 de la mañana. Salió enojado de una grabación y estrelló su coche contra un camión o un poste de luz, muriendo al instante. Como Paul era una figura pública, el resto de los Beatles decidió no decir nada a la prensa ni hacer nada oficial. Lo reemplazaron por el ganador del concurso de dobles de Paul McCartney, un canadiense de nombre William Shears Campbell (o Bill Shears), y de inmediato se dieron a la tarea de dejar pistas en un montón de lados, para que los fans fueran descubriendo poco a poco la trágica noticia. Para empezar, la portada y la contraportada del Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band: Paul aparece de espaldas en la contraportada (contrario al resto de la banda), y la portada parece ser un funeral. Eso, además de que el supuesto líder del Sgt Pepper’s… se llama Bill Shears. Luego está la portada del Abbey Road, en la que la banda parece caminar a un funeral (en donde el muerto es Paul), y donde aparece una placa que dice: “28 IF” (lo cual hace referencia a que Paul tendría 28 si hubiese estado vivo en el 69’). Hay un montón de canciones que hacen referencia a la muerte de Paul. La primera de ellas fue descubierta en 1969, cuando un radioescucha anónimo que se identificó como Tom llamó al programa de Russ Gibb asegurando que Paul McCartney estaba muerto, y que lo comprobaría si tocaba la canción “Revolution 9” al revés. La frase que aparece: “Turn me on, dead man”. En adelante se descubrieron referencias a la muerte de Paul en “A day in the life”, “Lady Madonna”, “Strawberry Fields Forever” y “Let it be”, en la cual, en cierto momento, se escucha a John susurrando la frase: “Paul is dead”. Además, dicen los que saben de bajo, la forma de tocar en las canciones de los Beatles cambió mucho después de 1966. Sí: se refinó.
Lo que pudo haber pasado…
Paul pudo no haber muerto, y todo pudo haber sido parte de una enorme, rebuscadísima, monumental chaqueta mental de los fans. Pero eso no pudo haber pasado, ¿cierto?
¿Cómo hubiera sido todo?
Mientras que todos estamos seguros de que la muerte de Paul no sólo fue un oculta, sino que fue un complot que incluye al Ku Flux Klan, los Iluminati, Yoko Ono, la CIA, el FBI y Richard Nixon, o de que de plano el buen Paul tuvo que cambiarse el rostro por miedo a que los otros Beatles lo asesinaran, la realidad pudo haber sido (y sólo pudo haber sido) que Paul no muriera, sino que tuviera un accidente en moto en 1965 que le dejó el labio partido. También pudo haber sido que Paul cambiara de sonido porque cambió de técnica de grabación, y que las referencias en discos y canciones hayan sido una broma perpetrada por los mismos Beatles. En este hipotético escenario, Paul pudo haber dejado la banda en 1970 para luego dedicarse a tener bandas con Eric Clapton y Linda McCartney, luego un proyecto de solista, y finalmente un carrera legendaria que lo convertiría en un mamón de monta. Afortunadamente, el mamón del que en realidad hablamos es el buen Bill Shears, y no nuestro querido Paul, que en paz descanse.