¿Quién es?
La heredera más conocida del mundo. Según ella, actúa. Según ella, canta. Según nosotros, apesta.
¿Por qué la odiamos?
Porque tiene todo el dinero del mundo como para andar vendiéndose en televisión todo el tiempo. Nos cae gorda su voz, nos cae gorda su falsa cara, ¡hasta sus videos sexuales nos caen gordos!
¿Qué futuro se merece?
A ver: estamos en crisis, ¿no? Lo que se merece es que sus papás pierdan todo el dinero en la Bolsa, o algo por el estilo, y miss Paris se quede en la calle. Eso le enseñará (¿a qué? No sabemos, pero queremos verla en la calle).