En 2014 salió un juego que dejó una marca positiva e indeleble en el desgastadísimo género de los First Person Shooter. Se llamaba Titanfall, un multiplayer rodeado de mucha expectativa que logró refrescar algunos lugares comunes (como los mechas) e incorporó buenas mecánicas de juego. El resultado fue algo original, retador y dinámico, pero la verdad siempre nos quedamos con ganas de saber cómo hubiera sido una campaña con estos elementos tan afortunados.
Pues nuestros rezos fueron escuchados.
Para su secuela, Respawn Entertainment tomó la mejor decisión que pudo haber tomado al incorporar un modo de historia, pero no se trataba nada más de complacer a los fans por complacerlos, sino de crear un guion convincente, de editar correctamente, de darle personalidad a los personajes y, sobre todo, de tener niveles llenos de retos.
Lo logró.
La cosa está así: en la campaña de Titanfall 2 eres Jack Cooper, un soldadillo que después de cierto acontecimiento trágico debe formar un lazo inesperado con un titán llamado BT-7274 y así demostrar que tiene lo necesario para ser un piloto certificado. Todo mientras ocurre una guerra intergaláctica entre la Frontier Militia y la Interstellar Manufacturing Corporation, y de pilón hay extraterrestres de por medio.
A lo largo de esta batalla, la unión entre tu titán y tú se pondrá a prueba en situaciones muy variadas y sorpresivas, alejadas de los clichés, que no son demasiado dramáticas pero si te ponen tenso.
Pero además de todo lo anterior, la campaña tiene un ritmo muy satisfactorio, en donde no sólo alternas entre segmentos dentro y fuera del titán, sino en diferentes escenarios, con buena variedad de armas, combates cuerpo a cuerpo y a distancia, animaciones dinámicas (tanto a bordo del titán como fuera de él), exploración y hasta ¡batallas con jefes! (Hace mucho que no jugaba algo que tuviera jefes como tales… casi lloro de la emoción, y no es sarcasmo).
La música y las actuaciones de voz están muy bien logradas, e incluso tienes algunos segmentos donde puedes decidir las respuestas que le darás a tu titán y ver cómo responde él. Gráficamente, su paleta de color me pareció muy agradable y tomó varios riesgos al incorporar ambientes tan diversos.
Pero el origen de Titanfall es el multiplayer y en la secuela no decepcionó, sobre todo porque ahora sí sentí que la campaña me estaba preparando para disfrutarlo al 100%. Me explico: como el modo de un jugador es tan variado, tiene tantas armas y te permite conocer los diferentes “roles” de los titanes (cada “rol” tiene diferentes armas y accesorios secundarios, y puedes cambiarlo en cualquier momento), cuando me metí al multiplayer no me sentí fuera de lugar y pude entrar directo al juego.
Las batallas, tanto en la campaña como en el multiplayer, suelen ser bastante intensas gracias a los extensos mapas, que tienen muchísimos recovecos para planear tu estrategia cuando vas a pie, pero campos abiertos para cuando vas a bordo del titán.
Mi modo favorito es “Bounty Hunt”, donde tienes que ir ganando dinero eliminando contrarios, pero debes “guardarlo” al “banco” poco a poco para ir acumulando ganancias para tu equipo. Obviamente el “banco” no está abierto todo el tiempo y tienes que bajarte del titán para poder acceder a él. Si te eliminan, pierdes el 50% del dinero que traes; sólo si lo metes al banco se acumula. ¡Es como la vida misma!
El ritmo es todo en Titanfall 2: tanto en la campaña con el multiplayer se siente un equilibrio entre diferentes momentos. Eso, aderezado con estupendas mecánicas, lo convierte en uno de los mejores títulos del año. Tienes que jugarlo.
Titanfall 2
Desarrolla: Respawn Entertainment
Publica: EA
Clasificación: M para mayores de 18 años
Consolas: PS4, XO, PC
Salida: 28 de octubre 2016
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