Oaxaca es un destino que muchos presumen que conocen, pero pocos lo dicen con sinceridad. La realidad es que la magia de este estado va mucho más allá de la belleza de su capital y se extiende por todo su territorio, en el cual puedes descubrir mucho más de lo que los clichés nos dictan.
Por eso te proponemos que te sumerjas en la Ruta Mágica de las Artesanías, donde comprobarás que su elaboración va más allá de generar productos mercantiles: se trata de un estilo de vida y hasta una filosofía que pasa de generación a generación.
Sábado
Barro Negro y Ocotlán de Morelos
Lo ideal para este Escápate es que uses como ciudad eje la ciudad de Oaxaca, ya que los destinos que visitarás están muy cerca de ella.
Desayuna en tu hotel y lánzate a San Bartolo Coyotepec, la cuna del barro negro, famoso mundialmente. Harás unos 30 minutos.
Ve directamente a la Plaza Artesanal (de las 11 AM en adelante). Se trata de una pequeña explanada alrededor de la cual están los puestos de las familias de artesanos, y te conviene dar una vuelta con calma, porque aunque parece que todos venden lo mismo, no es así.
Una foto publicada por Chilango — Revista y Web (@chilangocom) el31 de Jul de 2016 a la(s) 8:20 PDT
TIP: Unos tres días antes de llegar, comunícate con la sra. Amalia (951 112 74 89) o con la sra. Reyna Simón López (55 104 97 ó 951 189 27 04) y solicita una demostración gratuita. Si te animas, verás cómo las familias se organizan alrededor de la explanada sólo para ti y te explicarán cómo es el proceso de elaboración de cada pieza (que toma de 3 a 4 días), el papel que tiene cada miembro de la familia en él (desde los abuelitos hasta los más jóvenes, todos hacen algo distinto) y cómo se obtienen los materiales. Es genial.
Aprovecha tu visita y lánzate a conocer el Templo de San Bartolomé Apostol, construído entre los siglos XVII y XVIII. Otra parada imperdible es el Museo Estatal de Arte Popular Oaxaca (MEAPO), en donde se concentran otras expresiones culturales además del barro negro, como los alebrijes.
De ahí te vas a lanzar a Ocotlán de Morelos (a media hora de San Bartolo), en cuyo centro encuentras de todo: está el Mercado Morelos, donde puedes comer y de una vez hacer tus compras culinarias a muy buen precio (mole, pan de yema, chocolate); a unos pasos de ahí, encontrarás el templo y exconvento de Santo Domingo de Guzmán, un conjunto arquitectónico dominico del siglo XVI que tiene muchos rincones llenos de historia y misterios; al final pásate ahí al ladito, a la Fundación “Rodolfo Morales”, donde te llenarás de arte y puedes descansar mientras lees un libro sobre la historia de Oaxaca y sus regiones. Su acervo es impresionante y la atmósfera es súper tranquila.
Para tu regreso a la ciudad de Oaxaca, considera una hora de camino.
Domingo
Alebrijes y textiles
Si te quedaste impresionado por lo del barro negro, espérate a enterarte de todo el misticismo y las tradiciones alrededor de la elaboración de los alebrijes oaxaqueños.
Antes de nuestra siguiente parada, desayuna en tu hotel.
Vamos a San Martín Tilcajete (a 50 minutos de Oaxaca), donde nacen los alebrijes de la imaginación de los artesanos que tallan la madera del copal. Aquí te quedará claro que no es mito eso de que cada criatura es diferente a las demás.
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Te recomendamos que te dirijas directamente al Taller Jacobo y María Ángeles, donde verás las diferencias entre los alebrijes de papel maché y los de copal, y entre el copal macho y hembra, los pigmentos naturales que se utilizan, etc. Posteriormente, sabrás cuánto tiempo toma cada obra en elaborarse, cómo se enseña a los artesanos a trabajar y la labor que hacen, de acuerdo a diferentes roles (recuerda que éste es un taller-escuela). En el recorrido ¡hasta te dirán qué animal del horóscopo de la región te corresponde de acuerdo a tu día de nacimiento! Obviamente, al final podrás comprar algunos recuerdos. (facebook.com/tilcajete)
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TIP: Pregunta por Ricardo Martínez, este chilango que trabaja en el taller te dará el recorrido, ¡y siempre es un gusto encontrarse a un paisano en tierras lejanas!
Ya que estás por ahí, camina al centro del pueblo, date una vuelta por la Iglesia de San Martín y recorre las calles para encontrarte más alebrijes e historias.
Ahora sí, ¡a comer! Vamos a la Azucena Zapoteca, que se encuentra justo en la entrada del pueblo, a 5 minutitos de distancia. Éste no es un restaurante “a secas”, también es una galería. Prepárate para probar varios tipos de tamales o mole tradicional con hoja santa, con tortillas hechas a mano frente a tus ojos, variedad de bebidas frescas, mezcal y más platillos tradicionales.
Además de su sazón, lo mejor de este lugar es que en él también puedes admirar más artesanía y recorrer cada uno de sus rincones que huelen a incienso. La decoración está llena de color y detalles que te recordarán a la Oaxaca más tradicional.
TIP: Ve con tiempo y sin prisas, para que puedas disfrutar al 100% la experiencia.
Ya que estamos bien comidos, de la Azucena nos pasamos a Santo Tomás Jalieza, que está súper cerca de ahí (no harás ni 10 minutos). En este poblado admirarás el proceso creativo de las mujeres zapotecas y sus impresionantes telares. ¿¡Cómo le hacen para concentrarse tanto?! Cada modelo de mantel, chal, bolsa, mochila, blusa, camisa o cartera te enamorará. Platicando con ellas verás cómo sus técnicas pasan de generación en generación y cómo, sin usar una sola máquina, pueden hilar de formas tan sorprendentes.
Para llegar al mirador turístico, sal por el norte del pueblo hacia el libramiento a Puerto Escondido. Ahí, además de ver el trabajo de las mujeres, podrás relajarte y admirar el tranquilo paisaje.
Un vídeo publicado por Chilango — Revista y Web (@chilangocom) el31 de Jul de 2016 a la(s) 11:07 PDT
Última parada: si todavía te queda tiempo, visita el Centro de las Artes de San Agustín. Desde donde te encuentras, harás una hora y pasarás al lado de la ciudad de Oaxaca. Vale la pena dar tanta vuelta, te lo aseguro.
Este Centro fue fundado por el mismísimo Francisco Toledo, por lo que verás mucha influencia de su obra en los rincones de los edificios. Pero no sólo eso: antes era una fábrica de hilados y tejidos, por lo que aún conserva esos toques de antiguedad y hasta máquinas de finales del s. XIX. Éste es un centro de arte 100% ecológico con decenas de actividades, talleres y diplomados sin costo. Caminar por sus rincones es simplemente mágico, relajante y espectacular, porque se encuentra en lo alto de un cerro, o sea que las vistas son excepcionales. Cuenta con un espejo de agua y mucha vegetación. Simplemente tienes que ir.
De ahí, tu regreso a Oaxaca te tomará unos 45 minutos.
Te hospedarás en la ciudad de Oaxaca, así que tienes que dirigirte al norte de la ciudad de Puebla, de ahí a Tehuacán (la pasarás de lado). Posteriormente desvíate a San Francisco Telixtlahuaca y sigue las indicaciones para Oaxaca.
El hotel Fortín Plaza es muy conveniente porque está al lado de la carretera, muy cerca del cerro del Fortín, por lo que no te será difícil tomar camino a tus destinos. http://www.hotelfortinplaza.com.mx
Aunque si lo que quieres es quedarte en el mero centro de la ciudad, checa el hotel Casa Oaxaca, a cuadra y media del Templo de Santo Domingo. http://www.casaoaxaca.com.mx/
Costo de casetas:
aproximadamente $400
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