Mirror's Edge Catalyst (reseña)

El original Mirror’s Edge no fue el mejor juego del mundo y de hecho no fue tan popular. Sin embargo, para muchos aún es hoy un título de culto, estatus que alcanzó por su estética particular y su modo de juego. En resumen, fue un concepto ambicioso que se convirtió en memorable.

Tanto que EA decidió rescatarlo del olvido y escuchar a los fans que clamaban una secuela, movidos por la curiosidad de saber cómo mejoraría el concepto después de casi 6 años de ausencia y en una nueva generación de consolas.

Es así que surgió Catalyst, que no es propiamente una segunda parte, sino un reboot. En él tenemos de regreso a Faith, la icónica protagonista de esta historia donde recorreremos los techos y recovecos de Cascadia a toda velocidad para librar a sus habitantes del control asfixiante de una corporación tiránica que controla a todos y a todo gracias a las interconexiones tecnológicas. 

Si no conoces el concepto de Mirror’s Edge, va un resumen: este título está basado en el parkour, o sea, la disciplina de correr librando obstáculos en un campo, así como escalando y rebotando en paredes. Además de esta innovación, el juego tiene vista en primera persona, así que resulta bien emocionante recorrer los pasillos y techos de esta impecable ciudad.

La estética del título es otro de sus puntos fuertes: colores contrastantes, figuras geométricas y muchas líneas. Además, los entornos están iluminados de tal forma que te dan pistas sobre el camino que debes seguir para llegar a tu objetivo, aunque no hay mayor placer que salirte de la ruta recomendada y llegar a tu meta descubriendo tus propios atajos.

Catalyst tiene un mundo abierto que puedes recorrer a pie o mediante teletransportadores, pero la verdadera emoción está en aplicar el parkour para trasladarte. Como en la vida real, esto se ve fácil, pero no lo es. Vas a tener que practicar mucho para lograr correr y brincar sin equivocarte, pero una vez que lo logras, el nivel de satisfacción es enorme, como cuando te sale el combo perfecto en Street Fighter o logras una rola perfecta en Guitar Hero. Éste es el punto fuerte del juego y requiere precisión para que lo domines. Es un buen reto. 

Pero no todo es perfecto. El punto más flojo de Catalyst es el combate. Faith es una mujer ruda que se sabe cuidar muy bien por sí misma, pero a la hora de los golpes sus movimientos son bastante torpes y además contrastan demasiado con su agilidad al correr por los techos de los edificios. La gran mayoría del tiempo el combate rompe con un excelente ritmo de juego, se siente de más. Afortunadamente, Faith es tan rápida que puedes ignorar a los enemigos y hasta esquivar sus balas, pero hay secciones donde el combate es obligatorio y es algo frustrante. Además, los enemigos son predecibles en sus movimientos y no representan realmente un reto, salvo cuando se te acumulan demasiados al mismo tiempo.

Adicionalmente, debes saber que puedes ir desbloqueando habilidades para Faith, pero como en otros juegos, esto es simplemente una ilusión porque en realidad pocas de estas habilidades son trascendentales para poder acabar el juego y otras son simplemente extras para hacerte la vida más fácil, pero bien puedes ignorarlas y no pasa nada.

Otro punto en contra es la trama, y es una lástima porque este juego tenía todo para trascender en este sentido: una distopía, una compañía opresora, una protagonista ruda y carismática, escenarios de ensueño… pero los personajes son planos y llenos de clichés, los objetivos son repetitivos, tienes que recorrer varias veces los mismos lugares y la historia es totalmente predecible. Al final se resuelven las incógnitas, pero no te deja nada ni te impacta. Solamente termina y ya, sin trascender. 

Pero retomemos los aspectos positivos: el mundo de Catalyst es lo suficientemente interesante y lleno de secretos como para pasar varias horas recorriéndolo y rejugando. Es divertido “parkourear” por todos lados y participar en las misiones alternas. Mi favorita es cuando tenía que ir contrarreloj para pasar de un punto A a un punto B porque es un reto contra mí mismo y siempre siento una gran satisfacción al batir mi propio récord.

Otra cosa rescatable es la escala de algunos escenarios, en donde realmente sentirás vértigo por la combinación de velocidad y altura.  

Mirror’s Edge Catalyst tenía todo para convertirse en un juego épico o, por lo menos, para superar en todo a su antecesor, pero confió demasiado en su identidad tan sui géneris y se olvidó de la sustancia. Es una pena. Aún así debes checarlo para pasar el rato y porque no hay muchos videojuegos así de diferentes al resto.

Mirror’s Edge Catalyst
Desarrolla: EA DICE
Publica: EA
Consolas: XO, PS4, PC
Salida: 7 de junio 2016
Clasificación: T para adolescentes

[Chilangamers estará en el E3 2016. Sigue nuestra cobertura en @poketronik, YouTube y Facebook (Realizaremos transmisiones en vivo desde allá)]

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