Un paso más allá

Reseña: Titanfall

 
Mi amigo, el gigante(Foto: EA )
Por Hugo Alberto Juárez

Titanfall aterriza en medio de un contexto poco favorable para el género de los “first person shooters” (FPS). Si bien, un FPS de calidad promedio puede vender millones de unidades aún, los jugadores han ido mostrando poco a poco su hartazgo del pan con lo mismo, burlándose de las más recientes entregas de FPS famosos… pero los siguen comprando.

Sin quedarse en el lugar cómodo, y sabiendo que sentaría las bases para el futuro del género en la nueva generación de consolas, Electronic Arts lanzó un videojuego bien pensado que, aunque no rompe los esquemas del género, contiene los suficientes elementos como para considerarse fresco, incluso al explotar la cultura de los “mechas”. En ese sentido, Titanfall es un paso adelante hacia la evolución de un género desgastado.

El principal motivo por lo que afirmo esto es el dinamismo del título, y lo que más me sorprendió, para bien, es que esto aplica incluso para los soldados que van a pie sin robot, por lo que Titanfall no depende de los mechas para mostrar su superioridad.

 

Foto: EA


Resulta divertido y refrescante encontrarse con un ritmo de juego tan vertiginoso y voraz, en el que hasta el más mínimo salto bien ejecutado puede ser la diferencia entre matar o morir. Esta dinámica tan rápida y que te obliga a saltar y caminar por las paredes provoca que se empleen al 100% los bien pensados escenarios del título mientras la paranoia por no saber desde dónde saldrá la bala que atravesará tu cabeza está siempre presente.

La dinámica es uno de los puntos fuertes del juego, ya que el ángulo de tus saltos es preponderante para crear tu estrategia de movilidad por los diversos mapas tanto a la defensiva como a la ofensiva. Gracias a esto, conocer a la perfección los mapas es aún más importante que en otros juegos del género porque sólo así sabrás cómo moverte y en dónde, así como detenerte en el momento justo para disparar, lo cual puedes hacer incluso colgado. Es muy simple pero complejo a la vez.

Pero esta complejidad no es una enemiga para los novatos: Titanfall es amigable con ellos, las armas son simples (pero satisfactorias) para no hacerse bolas y los mapas son muy orgánicos. Sin embargo, tienes que estar muy despierto porque el ritmo ágil del juego puede que te sobrepase en momentos al inicio.

Y como si esto no fuera suficiente para emocionarse, vamos a la parte más atractiva del título y en lo que se basó su mercadotecnia: los robots gigantes, que representan una dinámica de juego totalmente diferente para este multiplayer sólo en línea.

Como mencioné en hace dos párrafos, es importante que no te quedes atrás en el ritmo del juego porque sólo matando a otros pilotos o a la inteligencia artificial podrás desbloquear armas, ventajas y, por supuesto, a los robototes. Pero no te preocupes, esto no tardará demasiado.

 

Foto: EA


Con los robots la cosa cambia, porque no tendrás tanto dinamismo, pero sí te sentirás superpoderoso al montarlos. Sus armas y puñetazos son verdaderamente brutales, e inclusive tienen movimientos defensivos que sí sirven si los sabes dominar. Es cuando te enfrentas a otro robot que las batallas se tornan épicas y espectaculares. Incluso puedes cachar los misiles que te lanzan para regresárselos a tus enemigos. 

El balance entre los robots es fácil de entender pues depende de su nivel de armadura y su velocidad, variantes que son inversamente proporcionales. Además, cada uno tiene movimientos particulares que puedes usar cuando su energía esté llena.

Ahora, es importante señalar que puedes ser letal en el juego incluso si no tienes robot. Los pilotos a pie son más ágiles y rápidos, y si los gigantes de descuidan, éstos pueden montarlos y rociarlos con balas hasta dañar sus circuitos y eventualmente, desaparecerlos de la faz de la Tierra. Cada mapa tiene espacios especiales a donde sólo pueden acceder pilotos y otros donde sólo pasan titanes. Las batallas no tienen desperdicio.

Los modos de juego no inventan el hilo negro: hay una campaña multiplayer cooperativa con mínimos elementos narrativos (me hubiera gustado que fueran mayores), team deathmatch, captura la bandera, etc. El modo donde gana el último titan en pie es particularmente interesante si crees en el trabajo en equipo.

En cuanto al diseño de mapas, si bien es bueno, no se despega tanto de la línea que han seguido los títulos del género. Digamos que aquí se aprovechan de mejor manera gracias al dinamismo de las mecánicas de juego.

Gráficamente, Titanfall pasa la prueba con honores, sobre todo si juegas en PC. Es notoria la baja calidad de la versión de 360, pero sólo si la comparas con la de XO. En realidad, son detalles mínimos que para nada arruinan la experiencia.

Si quieres estrenar tu XO con un título satisfactorio, Titanfall es la opción. Sus batallas vertiginosas, la estrategia y la satisfacción que sientes de triunfar, incluso cuando seas novato, son incomparables.

Titanfall
Desarolla: Respawn Entertainment
Publica: EA
Clasificación: M para audiencias maduras
Salida: 11 de marzo 2014
Consolas: PC, 360, XO