¿Cuál es la versión “oficial”?
Seis niños, de entre 13 y 20 años, que salvaron la patria en la Batalla de Chapultepec, durante la intervención norteamericana de 1847. Defendieron con su vida el Colegio Militar del Ejército Mexicano, en su tiempo de descanso. Héroes muy sui generis.
¿Qué es lo que ignoramos?
Los cadáveres de los niños cayeron en una fosa común; ergo: era imposible reconocer sus cadáveres. Segundo, el único “testigo” de los hechos, Ignacio Molina, jamás dio señas de que estos muchachitos hayan existido. Tercero: realmente no hay registro de ellos. Cuarto: ¿envolverse con una bandera rumbo al suicidio? Really?
¿Cómo sería peor?
Que, efectivamente, los niños hubieran salvado no sólo el Colegio Militar, sino el país enterado, por ejemplo: amarrándose explosivos con latas de jumex a una de las bases de los gringos. Sí, cómo no.