Al terminar la primera proyección de El Infierno, Damián Alcázar -actor con el que tiene un pacto que se reanuda en esta quinta producción- se le acercó a Luis Estrada: "Hasta ahora tengo conciencia de lo que hicimos: es una gran película".
El estreno de "El Infierno" significó que este país ha cambiado: es una conquista de la libertad de expresión.
Más allá del éxito, dice Estrada, "a lo que realmente aspira es a hacer una buen película. Lograr que se estrenara significó que este país ha cambiado, no las autoridadesm pero sí la sociedad civil. Es una conquista de la libertad de expresión." Para inicios de noviembre, El Infierno estaba a punto de alcanzar los dos millones de espectadores y superaba los 80 millones de pesos. Cuando algunos medios pidieron opinión sobre la cinta a Felipe Calderón, él dijo: "No veo películas que hablen mal de México". Pero Estrada reflexiona: "No tengan miedo de El Infierno. Tengan miedo de la realidad.!