(y sus buenos originales)
Las canciones que adora la mayoría de la comunidad gay, y sus contrapartes en verdad buenas…
Por, Wenceslao Bruciaga
Hay algo de cierto en el cliché de que los gays tienen buen gusto. Y que bueno, de lo contrario, no habría departamentos agradables qué visitar de vez en cuándo, fashions weeks con modelitos de vanguardia, arquitectos minimalistas o buenos cuerpos con los que deleitarse en el gimnasio.
Pero nadie es perfecto, y al menos en México, la música no es lo suyo. Sigo sin entender como un tipo musculoso, con un departamento de una pared en rojo quemado con un cuadro abstracto y equipo de sonido surround y envidiable con bocinas en todos los cuartos, termina escuchando algo tan chafa y bobalicón como Fiesta de Sentidos Opuestos. Bueno, por fortuna habemos quienes la música también es un factor de buen gusto al que también hay echarle ganitas… y cerebro. Y cómo una vez me cerraron la boca diciendo que me la paso criticando sin hacer nada al respecto, aquí van algunas canciones adoptadas por la comunidad rosa nacional, que desde mi particular y hedonista punto de vista, no son más que los remedos travestidos de otras que en verdad son propuestas arriesgadas, coloridas, andróginas y homosexuales.
Cuándo vean la parte del buen original, me darán las gracias. Si no les gusta, no se atrevan a poner en los chats gays que son Gente bien, por favor…
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