No hay nada mejor que llegar a casa después de un día de trabajo y ver cómo este personaje pasa por situaciones tan extrañas que no imaginaríamos.
Basada en la supuesta vida real del actor y comediante Louis C.K. que se interpreta a sí mismo, podemos ver qué hay detrás de su incipiente mundo sobre el escenario, desde el que se tiene que esforzar para hacer reír al público con sus monólogos.
A continuación las cosas que nos hacen amar a Louie y por lo que a veces quisiéramos la suerte que tiene en su vida cotidiana, que de aburrida no tiene nada.
Su popularidad con las mujeres
A pesar de ser gordo y calvo, Louie ha tenido oportunidades con mujeres hermosas, como en un capítulo en el que una chica se le acerca en un bar y le ofrece un rato de diversión. Después de intimar, ella agradece el momento aunque no está dispuesta a dejar su número telefónico porque no está buscando una relación, nuestro protagonista ¿qué más podría pedir?
Tiene vecinos con onda
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Ha tenido la suerte de olfatear sustancias prohibidas en el corredor de su edificio y dirigirse con el vecino al que no conoce para ser invitado a pasar a fumar hasta perder la razón y experimentar, a sus más de cuarenta años, el efecto de las drogas.
Mofarse de sí mismo
No es que creamos que hacer reír es cosa simple (si no pregúntenle a los redactores de Chilango) sino que Louie goza de la facilidad de interpretarse así mismo y eso, en mucho, facilita su chamba. A veces ha llegado a declarar que lo presentado en el programa es un fragmento de su vida, pues él produce, dirige, escribe y edita la serie. Sí que tiene capacidad para mofarse de sí mismo.
La facilidad con la que se clava en cualquier tema
Una idea tan sencilla como ir al médico o una noche de poker puede ser explotada al máximo en una escena de siete u ocho minutos en la que Louie realmente interactúa como si estuviéramos viéndolo en un reality show. Es muy divertido verlo sufrir una cruda moral o de alcohol.
Su talento
La serie no cuenta con un formato convencional de comedia, en la que cada dos segundos aparece una frase chistosa o irónica y de fondo las risas complementan la actuación. Louie tiene que esforzarse al máximo por desenvolverse en un sketch serio pero que al final termine provocando una carcajada en el telespectador.
Por eso hemos seguido sus tres temporadas y esperamos con ansias la cuarta, para disfrutar más dosis de la irreverencia de Louie.