En los extraños rincones del mundo digital surgió la sapiosexualidad y ha generado un debate que va en aumento, tanto que algunos ya hasta tacharon de pretensiosos y discriminatorios a los que se identifican con este término.
Pero, vamos por partes, primero lo primero: ¿no es otra locura más de internet? Sí inició en el mundo digital, pero el término ha ganado tanta popularidad que el diccionario Mirriam Webster consideró añadirla en su edición actualizada del próximo año.
¿Qué significa y quién la inventó?
La palabra sapiosexual está formada por el prefijo sapio, del verbo en latín sapere, que significa “ser sabio”, y sexual. En sí, el término no describe un fenómeno que sea nuevo: se refiere a las personas que se sienten sexualmente atraídas hacia gente muy inteligente.
Aquellos que se identifican con esta orientación sexual se sienten estimulados por lo que la otra persona piensa. Para ser todavía más prácticos hay quienes lo definen así: si estás más interesado en la colección de libros de alguien, que en su físico o su cuenta bancaria, eres sapiosexual. Tienden a atraerles bibliotecarios, profesores, filósofos o científicos.
Como ya dijimos, esta nueva orientación surgió en internet. El primer indicio de la palabra data de un blog de 1998, pero se popularizó en los últimos años gracias a que la página de citas en línea OkCupid lo agregó a su lista pre generada de orientaciones sexuales, también añadió andrógino, asexual, cuestionando y genderqueer.
La etiqueta pegó y mucho. En OkCupid, 9 mil personas se identificaron como sapiosexuales, se creó una página en Facebook y después se creó una aplicación como Tinder para estas personas, llamada Sapio.
¿Por qué no es otro invento más de internet?
Porque el cerebro es el órgano sexual más grande de los seres humanos. Si estabas traumado con el tamaño, ya puedes respirar. La cosa está así: el sexo sin la parte cognitiva no es más que otra función corporal –como estornudar o comer– porque si el cerebro no interpretara las sensaciones y estímulos, simple y sencillamente no sentiríamos placer.
Además, a nivel psicológico todos somos –en mayor o menor grado– sapiosexuales porque los humanos consideramos la inteligencia como un atributo sexual que buscamos inconscientemente al elegir a una potencial pareja.
Entonces, ¿dónde está el problema?
La popularidad del término sapiosexual surgió porque la cultura nerd está al alza, según algunos expertos. Cada vez se exalta más a la gente intelectual, interesada en literatura o aficionados a los cómics y la ciencia ficción.
Pero la crítica dice que los sapiosexuales discriminan y es una forma de clasismo ya que para ser culto se debe contar con una serie de habilidades y privilegios económicos. Por consiguiente, creen que muchos pueden caer en decir “soy sapiosexual” para disfrazar su rechazo a las personas que no cuenten con los mismos (o más) estudios que ellos.
Otra crítica dice que en realidad no se trata de una nueva orientación sexual porque, como ya se explicó, hombres y mujeres siempre se han sentido atraídos por la forma de pensar de potenciales parejas. Además, no hay que olvidar que la inteligencia no se reduce a lo que lee o estudió una persona, sino que viene en formas diversas.
¿Tú te identificarías como sapiosexual o no lo llevarías tan lejos?, ¿crees que es un disfraz para discriminar?
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