Llegó el día del horror: el intercambio Godín
Por: Colaborador
Es inevitable, llegó el momento incómodo del año. Debes elegir un papelito de una tómbola improvisada (una taza) para no ser el grinch de la oficina. “Que no me toque el jefe, que no me toque el jefe”, te repites mientras cierras los ojos y estiras tu brazo para alcanzar el nombre del “afortunado”. Ya lo tienes, abres los ojos, desdoblas el papelito y… sale tu nombre. Tienes que repetir el ejercicio, vuelves al juego de azar ya sin tanto estrés y descubres que… en efecto, te tocó tu jefe.
Lo peor apenas viene. Debes elegir el regalo para el tradicional intercambio Godín, pero “el que te tocó” lo complica todo. Te preguntan tus compañeros cercanos “¿a quién le vas a dar?”, y debes ocultar tu frustración con una falsa sonrisa. No sufras, Internet tiene la solución.
Si bien una tarjeta de regalo —como las de Amazon México— te puede salvar de buscar en tiendas de camisas, de corbatas, de discos y en librerías, existe la posibilidad de comprar por Internet el regalo que desee tu jefe. Aquí te van tres tips para obtenerlo sin perder la cabeza.
Consigue a un aliado
Primero debes buscar quién te averigüe tres opciones de regalo que desee el o la receptora de tu buena acción y, lo más importante, que se ajusten a tu presupuesto.
Investiga en tiendas en online
Como la carga de trabajo que tienes te hará imposible dedicarle mucho tiempo al obsequio, busca las opciones que te dio tu soplón directamente en las tiendas online, así evitarás distraerte leyendo información, viendo fotos o videos, porque, acéptalo, eres disperso.
Da click y espera
Mientras buscabas una bocina para adaptar al teléfono (la opción uno del jefe) encontraste en Amazon.com.mx un apartado llamado Wish list, ingresas y descubres que tu jefe está en esa lista y quiere un muñeco de Star Wars. ¡Listo!
Llega feliz a tu intercambio, tienes el regalo, quedarás bien y puedes ser el mejor Godín de la oficina, claro, siempre y cuando a quien le toque darte tu obsequio decida comprarte unos chocolates.
*El texto anterior no forma parte del contenido editorial de Chilango.