Chilango

La vida sigue después de ‘Nosotros los nobles’

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Gary Alazraki, quien era un desconocido hasta que triunfó con Nosotros los Nobles, ahora hará una serie para Netflix. No quiso soltar mucha prenda sobre este proyecto, pero sí nos platicó un par de cosas y cómo es la vida a raíz de su éxito.

¿Qué nos puedes contar sobre la serie de Netflix?

No puedo dormir.

¿De nervios o de emoción?

Es una combinación de las dos. Se trata de una comedia sobre los herederos de un equipo de futbol. Todavía no sé cuántos voy a dirigir, mínimo unos cinco. Netflix no se mete con el contenido, te contratan y te dicen “hagan lo que quieran, nos avisan cuando terminen”. Si buscas libertad creativa no hay mejor lugar. 

Actuaste en Nosotros los nobles, ¿tendrás algún cameo acá, como Tarantino o Hitchcock?

Igual y sí. No tanto como ellos, lo que pasa es que desde que era chiquito hacemos sketches en la familia, y ahora aprovecho la oportunidad de poder seguir jugando a hacerlo, sólo que con un crew grande.

Vuelves a trabajar con Luis Gerardo Méndez, hiciste una buena mancuerna con él…

Para Nosotros los nobles encontré actores que me encantaron, ahora quiero escribir personajes padres y encontrar nuevos actores: más que castear estrellas, quiero a la gente adecuada para cada proyecto y para la serie él era el indicado.

¿No hubiera sido bueno que la serie estrenara durante el mundial?

No. No sería una buena serie si necesitara del mundial para venderse, porque sólo la apreciarían ahora, y si haces algo con temática universal puede perdurar, sin necesidad del evento.

La temática de este proyecto es muy diferente de la de tu ópera prima. ¿Qué tipo de proyectos quieres hacer?

Quiero burlarme del mundo, satirizar. La farsa me gusta porque se aleja tanto de la realidad y en vez de que la gente se ofenda, se ríe.

Te adaptas con facilidad para saltar de una plataforma a otra…

En 2008 me divorcié de mi socio y un amigo me recomendó que en lugar de poner otra casa productora de comerciales (porque en mi reel no había nada diferente al de otros), hiciera una de contenido, y que empezara a trabajar en series. Me hice de un socio y contratamos a un israelí que me explicó el negocio de la televisión, al principio no se vendían los proyectos, mientras tanto yo hacia el guión de Los Nobles.

Para que el negocio salga, las productoras grandes hacen cine y televisión, porque hacer series es más rápido que producir películas (te puedes tardar hasta 4 años). Cuando te va bien con las primeras puedes hacer mejores películas. Si sólo tratas de vivir del cine estás en una posición difícil, necesitas los dos para tener un buen negocio y vivir bien. Llevo 12 años estudiando guion con la idea de aplicar eso a tele y al cine, el músculo artístico siempre he tratado de mantenerlo aceitado.

“Las puertas se te abren y tú conviertes esas oportunidades en goles o faules”.

¿Hacer Nosotros los nobles te cambió la vida?

Sí. Las puertas se te abren y tú conviertes esas oportunidades en goles o faules.

La película me abre oportunidades, eso lo conviertes en una carrera o lo puedes destruir; logras manejar esa presión, pero a veces te atrapa desprevenido, te entra el nervio y luego regresas a tu centro y te dices “elegí estar acá, no hice esto para tener una vida segura, tengo que aceptar los riesgos, no se cómo vaya a resultar pero me resguardo en mi trabajo diario”.

¿Cómo ves al cine nacional en un futuro próximo?

Es difícil adivinar, la parte mas débil que veo son los distribuidores locales chicos; los productores están batallando contra los exhibidores para conseguir salas de cine: si tu película no tiene una premisa comercial la quitan más rápido de lo que deberían.

Entonces los productores acusan a los exhibidores de apoyar poco o nada, pero hay un hueco entre ellos, el distribuidor se queda callado para no ofender a sus socios y ellos son los que deberían quejarse.

Los distribuidores chicos están en desventaja contra los grandes, los últimos apoyarán una vena más comercial, el cine artístico seguirá batallando. La manera de fortalecer a las distribuidoras independientes son los cines de arte, como el Cine Tonalá, donde vas a ver una película acompañado de un trago y es una experiencia diferente a la de ir a un centro comercial donde sabes qué tipo de películas vas a encontrar.

¿Ahora que estás en una buena posición piensas ayudar a los que van empezando o no es tu prioridad en este momento?

Sí lo haré, de hecho a final de este mes (30 y 31 de mayo) daré un seminario de guion en el Pepsi Center para actores, periodistas y escritores; hablaré del oficio de escribir para que quienes vayan tengan el lenguaje y el proceso para convertirse en guionistas.

Todos tienen historias que contar, las mías no son las mismas que las de alguien en Acapulco o en el norte del país. Y no sólo hay relatos de narcos y de secuestro, tengo ganas de que me cuenten historias y que aprendan a hacer películas. También quiero hablar de la industria

La información está en la página alazrakifilms.com, ahí se registran y vamos a regalar becas en nuestro twitter.

Un par de consejos para los que van empezando…

Es muy importante contar con asistencia legal. Cuando nos llegó el contrato para hacer Nosotros los nobles, Leonardo Zimbrón lo supervisó, y yo fui por un abogado para que no se nos pasara nada. Busqué a tres en Hollywood Reporter, uno respondió, nos caímos bien, le mandé el contrato y nos dijo qué modificaciones se tenían que hacer; aprendí que es normal hacer cambios y pedirlos.

En resumen: ten un abogado de entretenimiento americano (estadounidense), atrévete a gastar en él, en un fiscal y no firmes nada hasta que ellos lo vean.

¿Y ya te recuperaste de tu rehabilitación de mirrey?

Me gustaría creer que sí, pero es como ser alcohólico: una vez que lo fuiste vuelves a caer.