Lunes 12 de octubre
Quién le haya puesto ese nombre a la hoy se supone extinta compañía de Luz y Fuerza del Centro, era un poeta. Un mal poeta, pero poeta al fin y al cabo. Luz y Fuerza. Qué new age. Y qué visionario: así la bautizó hace noventa y tantos años, décadas antes del new age. Me recuerda a esas personas que cuando se despiden de ti, te dicen:
—Mucha luz.
Diablos. Qué les pasa. Las imagino vestidas de blanco trepadas a la Pirámide del Sol el día del equinoccio. Estirandose entre las decenas de personas vestidas de blanco que intentan tocar con su dedo índice el centro de la punta de la pirámide, según ellos cargándose de energía. Eso es México: nos gusta la irrealidad, creemos solemnemente en el absurdo. Tenemos a sólo 40 kilómetros de la ciudad el centro de energía cósmica más importante del continente. Deberíamos exportarla. Seríamos potencia mundial.
Cuando he subido a la Pirámide del Sol si hay algo que me falta al llegar a la cima son energías. Y aire.
Y la Fuerza. El concepto me lleva a Yoda y Darth Vader.
—May The Force be with you.
El Qi, dirían los alternativistas.
Hace noventa y tantos años, Luz y Fuerza eran conceptos ligados a una idea que durante el siglo veinte logró desviarnos hasta desbarrancarnos: el progreso. Había que progresar a toda costa: poner carreteras, fábricas, vías férreas, cableado, presas, desmontar las selvas, extraer combustible, agua, automóviles, aviones, interconectarnos. El futuro fue una borrachera. Volvemos al presente y tenemos una cruda de los mil demonios.
Hoy es día de la Raza. Otra idea delirante. No el día en que Cristóbal Colón llegó a América creyendo que llegaba a Asia. No, no. La Raza: qué pena ser el continente al que descubrieron. Por mi Raza hablará el Espíritu. Saludos a la Raza. La Raza de Bronce.
Y así la vamos pasando: procesamos la realidad a través de los filtros que imponen creencias por el estilo, juzgando, condenando, aprobando. Ah, el oscurantismo.
Sugerencia como tema de conversación: si eres new age y crees en esas cosas, evangeliza sobre la energía cósmica y el despertar de la consciencia: seguro encontrarás a personas que creen en asuntos semejantes. Si eres geek de Star Wars, sigue reuniéndote con los otros geeks y diserten sobre el número de las lunas de Tantooine. Si crees en la raza de bronce, admite que eres racista. Si eres del sindicato de LyF, evita paralizar la ciudad, gracias.