Cuando pensamos en juegos de carreras suelen venir a nuestra mente dos cosas: mecánicas complicadísimas y especificaciones sólo para clavados en los juegos del tipo (y en los autos de la vida real), o diversión sin control, caricaturas y anarquía como en Mario Kart.
Si no te gustan ninguno de estos extremos, puede que jamás pienses en jugar un título de carreras, pero eso debería cambiar con Forza Horizon.
HISTORIA DETRÁS
La franquicia de Forza tiene una muy buena historia que la ha colocado incluso arriba de la irregular Gran Turismo de PlayStation. Esto es porque ha puesto más énfasis en la personalización de los autos y sus mecánicas son menos complicadas, aunque no por ello aburridas o vacías para los especializados.
Sin embargo, Horizon agrega un soplido de aire fresco a la serie que será muy bienvenida por los curiosos pero también por los más clavados.
LA FÓRMULA PERFECTA
Lo mejor que tiene Forza Horizon, y que notarás desde los primeros minutos de juego, es la facilidad con la que accedes a las carreras sin complicaciones ni explicaciones largas que hasta te quitan las ganas.
Tenemos un mundo “abierto” (algo que diferencia a Horizon de las anteriores entregas) donde la progresión es muy natural y los retos van subiendo de dificultad poco a poco, por lo que cuando menos lo pienses, serás todo un experto en eso de los acelerones.
Además, puedes decidir en qué batallas pelear y en cuáles no, así que si te cuesta un poco de trabajo estar al nivel de tus rivales en ciertos eventos carreteros, puedes regresarte y obtener más créditos en carreras más sencillas para ahorrar y ahí poder comprar ese carrazo hiperpoderoso que te hará avanzar más.
El control es simple pero no por ello fácil de dominar, además puedes activar ayudas visuales que te dirán cuándo acelerar y cuándo frenar, sobre todo en las curvas que son “el coco” de muchos. Una vez que las domines, puedes quitar estas ayudas para aumentar la dificultad.
Poco a poco te darás cuenta de que las cosas se van complicando y de que llegar a la meta en primer lugar no es cuestión de suerte sino de técnica, de saber en dónde acelerar y en dónde no, así como de cuidar tu velocidad y de usar el auto adecuado.
Hay retos por todos lados, no sólo en ganar la carrera. También puedes enfocarte en realizar movimientos estilizados, brincos, derrapones, y demás acrobacias peligrosas que te darán más puntos.
Gráficamente, el juego se ve muy bien. Los ambientes son muy polvosos, con poca vegetación, pero abundantes montañas. Los detalles y el sonido están bien logrados.
EL MULTIPLAYER
En esta área, Forza también brilla, sobre todo en el aspecto competitivo, que puede tornarse muy serio o muy tonto, pero en todo caso es divertido. Podrás subir de nivel dependiendo de tus logros y recorrer toda serie de pistas locas.
El único aspecto flojo recae en su modo cooperativo. En él puedes juntarte con tu banda de cafres para realizar ciertas actividades en conjunto o competir como equipo y ganar puntos. Y aunque estas acciones son entretenidas y están bien integradas en el “mundo abierto” del juego, pasar de una a otra es tedioso y nada natural. Ojalá que se hubieran integrado mejor los retos para un jugador y los multiplayer.
Independientemente de esto, Forza Horizon encontró el punto medio para clavados y para novatos, por lo que no lo debes dejar pasar. Sin duda es un juego para recordar en este 2012.