Una noticia de importancia institucional y aburrimiento editorial, porque la Suprema Corte de Justicia de la Nación acaba de nombrar a su nuevo presidente: Juan Silva Meza.
¿Por qué es importante? Porque el llamado "presidente" de la Suprema (El Supremou, con acento de gringo) es el que decide a favor de uno u otro fallo en caso de empate técnico (hay que recordar que son diez Ministros más El Supremou), dirige las reuniones con civilidad y es, a final de cuentas, quien da más cara al poblado mexicano.
Un burócrata de altos vuelos (por cierto: duele cómo en México llamarle a alguien "burócrata" conlleva cierta negatividad), hombre de leyes que ha servido siempre a la justicia (!) nacional y al que deseamos la mejor de las suertes en su nuevo cargo.