José María de Tavira - Damián
Por: Oswaldo Betancourt Lozano
No sabemos qué pasó con Damián al final de la primera temporada, ahora está de nuevo en Aguazul con un rol establecido, es una parte clave del puebloal servicio y defensa del Niño.
Al menos eso dice públicamente… pero las cosas no son lo que parecen con este personaje, hay mucho más debajo de la superficie, y que quede algo bien claro, ya no le interesa Farca ni Lucía.
“Damián ahí quedó, es alguien completamente diferente de quien era cuando llegó a Aguazul, su vida cambió completamente y nunca volverá a ser el mismo”, dice el actor.
Damián está interesado en Iliana porque ella es parte de un proyecto que trae entre manos. Para José María de Tavirasu personaje es un buen tipo, un héroe que tiene mucha empatía con las víctimas y siente la responsabilidad de hacer algo al respecto.
Lo que le encanta al actor de su papel es que a quien caracterizasabe mucho másde lo que los otros personajes y el espectador saben, está jugando al agente encubierto y siempre trae dos o más agendas. A la mayoría de los actores los tienen en misterio, Chema tuvo que enterarse del chisme para hacer su parte.
“Como ejercicio de actuación eso fue maravilloso, más rico y profundo”, dice el actor, porque normalmente sus personajes dicen lo que está sintiendo y son más transparentes, ahora fue lo contrario: pensar una cosa y decir otra totalmente ajena. Damián tiene más capas y es complejo, por eso, “cuando termine la temporada todos van a entender mejor lo que pasaba con él a lo largo de los capítulos”, agrega.
Es un proyecto que él quiere mucho, le interesa el conflicto ciencia contra fe, medicina contra chamanismo, le encanta cuestionarse y hasta se pone como espectador a armar sus teorías de por qué cura el niño.
Para él se trata de un tema muy cotidiano y parte de la realidad mexicana, la gente a veces prefiere ir con el chamán o el huesero antes que acudir al médico, o le hacen más caso a el cura que al maestro o a su propio intelecto. “Las figuras religiosas como figuras de autoridad son demasiado comunes en el país”, agregó.
“Niño santo no es necesariamente una serie para todos pero para quien sí, es mucho; o sea, a quienes les gusta, ¡les encanta!” concluyó Chema.