Presunto criminal:
Janet Jackson, hermana del fenecido (y rebautizado) “MJ”. No canta mal y se ha forjado una carrera por sí sola, pero lo único que tiene por ofrecer viene en un par y tiene un enorme piercing en la forma de un solecito.
Lugar de los hechos:
En el medio tiempo de la edición XXXVIII del Súper Tazón, en el 2004.
En qué consistió el crimen:
Mientras cantaba una cancioncita con Justin Timberlake, y durante un paso de baile en falso, la pobre Janet le mostró a medio mundo (literalmente) su pezón al desnudo, al que sólo cubría grácilmente un piercing de medio mal gusto. Los gringos, tan mochos como siempre, se escandalizaron al grado de ponerle una demanda.
Nuestro consejo de expertos:
A nadie nos engañan. Es evidente que el pasito ya estaba ensayado: ni modo que Justin le arrancara medio “corpiño” nomás porque se le ocurrió. El consejo, para la otra (si es que la hay), consiste en pensar en la clase de público que va a ver esta clase de espectáculos. De preferencia, en otro lugar que no sea Estados Unidos.