No importa si somos de mecha corta o no. Te metes con nuestra mamá o nuestro
equipo favorito y van a salir chispas. Es automático, un comentario tan simple
como "Oye, me encontré a tu mamá en el cine" nos va a hacer verte a los ojos
esperando cualquier tipo de mueca que indique broma, o el "uuuu" (que es otro
punto muy importante más adelante) de nuestros amigos. De ahí en adelante cada que intentes mencionar el nombre de
nuestra bella progenitora llevará como consecuencia una mirada tipo Magnum de
Zoolander pero que provoca miedo e incontinencia, no risa.
llevará como consecuencia una mirada tipo Magnum de Zoolander pero que provoca miedo e incontinencia, no risa.
Lo mismo pasa con el equipo favorito. Para muchas personas es mucho más
importante que su mamá. Después de
un empate con un equipo chafón, el preguntarle a alguien cómo va el equipo
puede causar que te apliquen la ley del hielo hasta el próximo juego. El equipo al que le vamos nos define
como personas, cuando alguien insulta a nuestro equipo nos está insultando a
nosotros.