¿En qué consiste?

Si llega un blogger sin creatividad ni talento y le plagia el post a otro, se le pone un impuesto. Si un seudo-escritor hace lo mismo: impuesto. Si alguien baja una imagen de internet y la medio truquea en Photoshop diciendo que la diseñó solito: impuesto. ¡Abajo el plagio!

¿Quiénes salen perjudicados?

Toda la gente sin pizca de originalidad, los huevones que se bajan los trabajos íntegros de internet o del Rincón del Vago, y para acabar pronto: los parásitos intelectuales de nuestro pobre país.

¿Sería posible?

Claro. Ya hay demandas en este sentido, pero deberíamos ser más exigentes al respecto.