Ahora resulta que, además de violencia, en Guerrero también hay elecciones locales para gobernador. Los dos candidatos fuertes, Manuel Añorve (PRI) y Ángel Aguirre (PRD – “GuerreroNos Une”), se han enfrascado en una serie de alegatas verbales e insultos electorales tan fuertes que, incluso, se le acusó a Añorve de haber mandado golpear a Aguirre y los suyos.
Tan cerrada la elección, que Marcelo Ebrard debió ir a darle aliento al candidato de su partido, para ver si así logran marcar diferencia en lo que las encuestas declaran como un empate técnico.
En estas elecciones para gobernador ha habido un chorro de patrullajes del Ejército, Marina y Policía Federal para detener estos altos niveles de violencia. Esta madrugada, el Ejército mexicano y la Policía Federal (PF) han patrullado la Costera de Acapulco y colonias populares del puerto y de municipios aledaños, así como la Costa Grande.
Pero en el estado no sólo la violencia se limita a la cosa electoral (¿se acuerdan de la golpiza al representante del PRD, Guillermo Sánchez Nava?), los delincuentes y el narco también han ayudado.
En los primeros 15 días de enero se registraron cerca de 80 ejecuciones.
Ah, sí, el otro candidato es Marcos Parra.