¿Quién lo ejecutó?
Obviamente, y como lo marca el cliché, un sujeto senil de un país exótico: Anthony Victor, de la India, que tenía un pelo en la oreja de 18.1 centímetros. Grotesco pero inmundo.
¿Qué lo hace idiota?
No idiota, sino más bien realmente asqueroso. Anti-higiénico y de mal gusto, ¿en qué estabas pensando, Anthony Victor?
¿Podríamos ganarle?
Ojalá no, pero si se da una vuelta por el Chopo o por Coyoacán encontrará a jipiosones estilo Changoleón que más o menos podrían andarle dando batalla.