Como ves, es muy importante que seas responsable de ti mismo y sepas ayudar a otros en caso de una emergencia, tenlo en cuenta.
Una vez que los guías nos aleccionaron sobre seguridad, técnica de remado, características del río, la estructura de la balsa y todo esto, nos repartieron en las balsas dependiendo de nuestro peso y fuerza.
No te preocupes, cualquier persona puede realizar rafting: no necesitas ser súper fuerte, tener experiencia previa o una gran condición para realizarlo. El guía te explicará cómo remar para que no canses demasiado tus brazos o tu espalda (aunque es inevitable que al otro día duela un poquito, la neta).
Si te toca ir hasta adelante (como a mí), recibirás los embates del agua y terminarás empapado y adolorido, pero ¡todo vale la pena! Verás acercarse las olas a la balsa peligrosamente, pero no te pasará nada si pusiste atención a las instrucciones. ¡Agárrate bien de la cuerda!
El guía te dará instrucciones básicas como “adelante”, “atrás”, “piso”, “alto”, etc., por lo que es muy importante poner atención porque a veces el ruido del agua no te permitirá escuchar con claridad al instructor que viene atrás.
El río Amacuzac tiene secciones tranquilas y turbulentas que se alternan. Al inicio empiezas súper leve por 20 minutos, lo que te sirve para repasar las instrucciones, acostumbrarte a estar en la balsa, saber cuál es tu rol, preguntar dudas, practicar el remado, hacer simulacros… o si de plano eres un pro, pues puedes disfrutar del paisaje y ya.
En las partes más heavy vas a tener que remar con todas tus fuerzas para superar los rápidos, los hoyos, remolinos y cascadas. Obviamente, son las partes más chidas del recorrido y serán inolvidables. La adrenalina es extrema y realmente sientes que estás a merced de la naturaleza en medio de un cañón.
Luego vendrán partes leves en las que el guía para la balsa y la infla más de ser necesario. Puedes estirar los pies, relajarte y disfrutar de los hermosos paisajes antes de continuar con el recorrido. Incluso, si eres aventado, puedes echarte una nadadita sin alejarte mucho de la balsa, ya que la corriente es continua. Tus compañeros te ayudarán a subirte.
En otras secciones deberás ir a pie porque los rápidos son demasiado peligrosos incluso para los instructores. Así que prepárate llevando unos tenis que puedas mojar. No lleves chanclas ni calzado muy delgado porque tus pies deben ir bien protegidos. Hay muchas piedras en el camino.
Ya si eres más aventado, podrás hacer algunos juegos en la balsa como cambiarte de lugar con los demás, hacer equilibrio en sus orillas evitando caerte, o jugar con los remos. ¡Hazlo! Te va a gustar. Es una dosis extra de emoción.
Los guías te tomarán fotos y video durante el recorrido para que recuerdes por siempre el momento (esto tiene un costo extra).
Al final del recorrido, te recibirán con agua para rehidratarte, porque sudarás y tus músculos lo resentirán.
¿Ves? Lo más probable es que salgas vivo/a, así que disfruta la experiencia.
¿Cuánto dura el descenso?
Aproximadamente dos horas y son 15 kilómetros. Será más o menos dependiendo de la velocidad de la corriente y de las veces que el guía detenga la balsa. En el recorrido podrás ver fauna local y paisajes vírgenes increíbles.
Oye, pero ya que andas por a’i, ¿qué hacer en Teques? Dale SIGUIENTE y te decimos…