¿Cómo pudo pasar esto?
Dos placas telúricas rozan o se raspan en el subsuelo, generalmente cerca de las costas de Guerrero o Oaxaca. La vibración se transmite y bolas: las mamás y las tías chilangas se ponen de pesadilla. 5.9 grados Richter de puro pánico.
No la esperábamos porque…
¡Come on! ¡Ya nos zumbamos un avionazo, un Fabiruchis, un accidente masivo y estamos en plena epidemia! Ya estuvo, ¿no?
¿Qué tan feo se puede poner?
Ahora sí, quién sabe… de verdad, sospechamos que allá arriba hay un dios tapatío que acaba de descubrir eso de “haz patria…”.
Catastrofómetro: 8 de 10.
¿Cómo ves? ¿Nos faltó alguna?
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