El Chopo
Por: Sandra Lucario
Vinilos de colección
Guiados
por Bef
Las torres
eléctricas y los transformadores cubiertos de hollín de una antigua central de
Luz y Fuerza del Centro son el traspatio apocalíptico en la calle de Juan
Aldama, donde desde hace treinta años se instala cada sábado el tianguis del
Chopo.
A unos metros del Centro Artesanal Buenavista, una bocina dispara los
acordes acelerados de «Cowboys from hell» (rola imprescindible de Pantera). Bef
se interna hacia el carril de puestos y dice: «para llegar al Chopo, cuando yo
era adolescente te decían: llegas a Insurgentes y Guerrero, sigues al primer
güey raro y ya estás ahí.» Aquí conviven felizmente punks, darketos, hippies y
emos, y los ritmos pachones de Marley se alternan con las estridencias de Iron
Maiden.
Alterna su ejercicio de escritor e ilustrador con largas exposiciones a la música de White Zombie, Los Pixies y Los Ramones.
Un vendedor ofrece «¡4 discos originales a cien pesos!»
Maravilla. Al fondo del tianguis la banda de metal Desangre afina las guitarras
para el toquín, los coleccionistas forman pequeños grupos donde intercambian
discos y vinilos. El vocerío se eleva: «…puro Motorhead y Sex Pistols… tú
dime lo que andas buscando güero…uyyy ese lo tiene un valedor… a sesenta
varitos y es tuyo…».
Antes del auge del internet era aquí donde se accedía a
la información de contracultura. Los jóvenes que podían viajar al gabacho
traían nueva música y todo tipo de novedades. Explica Bef: «encontrabas
productos que en ningún otro lado, puro buen material, ahora los consigues
donde sea; pero quedó la onda de nostalgia».
En su última visita al Chopo buscaba una playera con estampado de Nirvana para su hija pequeña.
Quizá el mejor puesto para conseguir música alternativa sea
Fracture Records. Este local (con sucursales en la Lagunilla y Pericoapa), trae
vinilos de importación, ediciones limitadas y cajas de colección de bandas como
Pink Floyd, Björk y los Smashing Pumpkins.
El puesto de vinilos número 28,
mejor conocido como El puesto del Elvis, tiene joyitas como el Tú tienes la
razón,
de la banda de punk mexicano Atoxxxico, o una edición alemana de The Velvet
Underground & Nico.
Y, aunque alguna vez le robaron el Appetite for Destruction de Guns N’ Roses, es un fiel visitante de este mercadillo.
Si el Chopo fuera un personaje, sería uno de esos
comerciantes ladinos y desdentados que abren su gabardina para mostrarte su
tinglado de objetos valiosos -a su modo un individuo entrañable. Y si todavía
crees que es un lugar peligroso, te dejamos unas palabras de Bef: «Antes sí,
era muy gandaya, se veía pesado; pero ahora es muy diferente, se ha vuelto
turístico y hasta familiar.»
El CHOPO. Juan Aldama, Guerrero, sáb 9-18 hrs. Metro
Buenavista, estacionamiento del Wal-Mart de Eje 1 e Insurgentes.