Editorial: El poder de los sueños
Por: Lulú Urdapilleta Ruíz
¿Alguien intentó ir al cine el domingo pasado? Muchos no lo
logramos, y quienes sí seguro no pasaron un buen rato. La razón: ese
fin de semana se estrenó "Inception", la nueva película de Christopher Nolan,
estelarizada por Leo DiCaprio quien, al parecer, se volvió buen actor cuando
dejó de ser niño bonito.
Pero no sólo fue que se estrenó: resulta que la peli
sólo se proyectó en salas de Cinemark y Lumiére. O sea: más del 90% de las
salas de cine de la ciudad no proyectaron una de las películas más esperadas de
la temporada.
Aún quienes fueron a Cinépolis o Cinemex la pasaron mal: el
único estreno interesante era "Fuego", la flamante peli de Guillermo Arriaga. Y, hay que decirlo, muchos se abstuvieron de hacerlo: los rumores eran que
Cinépolis y Cinemex no proyectaron "Inception" porque Videocine, la
distribuidora de "Fuego", la bloqueó.
Es la teoría de la conspiración mexicana
aplicada a los rubros más ridículos de la vida: ¿Videocine tiene poder suficiente
como para hacer que el 90% de las salas de la ciudad estrenen una película? ¿O
será que Cinépolis y Cinemex ya se la están pellizcando con sus precios, y exigen demasiado a las distribuidoras, que ya se están cansando de sus
modos?
https://www.youtube.com/watch?v=1Sd0ff1sbJU
Sea lo que sea, aquí hay una lección para todos: a nadie le gusta pagar
250 pesucos por persona cada vez que vamos al cine. A nadie. Pero nosotros,
como consumidores, no hacemos nada en absoluto. Mientras los señores Pepe
Cinemex y Jerónimo Cinépolis siguen llenando sus arcas, nosotros seguimos
aceptando el alza de los precios y ahora, encima, tenemos que soportar la falta
de pelis en cartelera.
Como todo, el sistema de salas de cine en México es reflejo
de lo demás: lo último que importa es el público. Si le rascamos, en realidad
muchas veces la calidad tampoco importa. ¿Llegará el día en el que estas cosas
y el resto cambien? Quizá, como en Inception, si nos metemos a los sueños de
alguien. Quizá.