¿Y si Batman se comportara como el Guasón? Sería algo brutal e insano pero seguro lo leerías. Bueno, ahora puedes hacerlo porque el caos llegó vestido de blanco y nos da la bienvenida a un mundo en llamas.
Panini Comics decidió entregar en un one shot esta historia en vez de dárnoslo por partes (originalmente se divide en cuatro tomos), así te lo echas de corrido y no tienes que estar esperando cada semana (o peor, cada mes).
Esta vez, Mark Millar se fue al otro extremo: si con Kick-ass planteaba la posibilidad de que cualquiera puede ser un superhéroe, en Némesis no hay un antihéroe o un villano, sino un supercriminal de nivel internacional.
Némesis se dedica a matar a los mejores policías del mundo por diversión, tiene los recursos para hacerlo y siempre cuenta con un equipo de hampones de primera calidad.
La historia comienza en Tokio, donde nos presentan a este personaje y los niveles de destrucción a los que puede llegar. Luego, todo se desarrolla en Washington, ahí conoceremos al rival de nuestro actor principal: el valiente Jefe de la Policía Blake Morrow.
En la capital gringa, Némesis secuestra al Presidente de los Estados Unidos, mientras éste vuela en el Air Force One (el avión presidencial), así inicia el juego y la muerte de cientos de personas. Brutal.
El protagonista usa un traje blanco muy elegante (contrasta con su personalidad), es sumamente inteligente y tiene todo el varo del mundo, pero también sabe usar armas y puede pelear solo contra noventa y siete policías.
El precio no parece tan grosero ($89 varitos) si consideras que son 100 páginas de un trabajo de buena calidad.
El arte de Steve McNiven es decente, entre los dibujos hay sangre, un poco de vísceras, golpes, explosiones y balazos, como el buen cómic de acción que es.
Como es costumbre en la industria del cómic, las portadas tienen su encanto; la distribución de las viñetas te da un poco la sensación de widescreen (son horizontales y hay tres o cuatro por página, muy pocos cuadros); los dibujos de una sola página están reservados para los mejores momentos: choques, persecuciones y más sangre.
El guion de Millar contiene una buena dosis (por no decir un ch1ngo) de groserías y un gran argumento, que si bien puede parecer algo tan sencillo como el planteamiento arriba escrito, al final tiene un giro que nunca ves venir y, además, tiene su lado profundo al cuestionar las figuras del bien y del mal, el honor y la felicidad.
Es muy, muy recomendable, al menos yo, muy personalmente, sé que quedé plenamente satisfecho porque terminé diciendo un ¡no m@me$! (de sorpresa, no de queja).
P.D. Lo encuentras con tu voceador o en las tiendas del búho.