En la calle de Madero, entre Motolinía y Bolívar, la gente se agolpa. Los villancicos que brotan de los altoparlantes instalados a los costados de la calle, compiten contra los reggaetones y las bachatas de las chelerías que de un tiempo para acá han proliferado en este corredor peatonal.
Parejitas con narices luminosas de reno, familias enteras, bolitas de amigos y solitarios curiosos anegan el andador. Con ojos expectantes, esperan la caída de nieve artificial que el Gobierno de la Ciudad de México prometió para aquellos que no tienen —tenemos— posibilidad de vivir una blanca Navidad en el extranjero.
A pesar de que la cita es a las 6 de la tarde, la lluvia de nieve no llega y mientras pasan los minutos, la impaciencia crece. Los folclóricos chiflidos no se hacen esperar, haciéndolo coro a los cánticos navideños como ‘Campanas de Belén’ y ‘El Burrito sabanero’. Al fin, la voz del Doctor Simi —las Farmacias Similares y la Cajeta Coronado patrocinan el evento— notifica, a modo de boletín informativo: “Según informes del Servicio Meteorológico Nacional, se pronostica un repentino descenso en la temperatura acompañado de una una oleada de sonrisas. Así que no se extrañen que en unos momentitos caiga una tormenta de nieve”.
Ante el anuncio, la gente comienza a gritar y el enojo cambia rápidamente por entusiasmo. Del interior del Hotel Ritz salen unas santaclosas de muy buen ver, chavos vestidos de duendes y botargas del Doctor Simi que esta noche bailan a ritmo de “Rodolfo en reno” en lugar del perreo habitual.
“Mira mamá, es nieve”, grita una niña mientras una delicada espuma empieza a salir de los dispensadores. La gente grita, se emociona. Las y los edecanes comienzan a arrojar pelotas y los chamaquitos se abalanzan sobre ellas. Por unos momentos la calle de Madero deja de serlo para convertirse en Nueva York, Aspen, París. Las sonrisas y los ojos incrédulos de los pequeños conmueven hasta a los corazones más fríos.
La tormenta dura más o menos unos quince minutos y se detiene. Se escucha un “ahhh” de decepción de los asistentes que estaban disfrutándolo a pesar del retraso. Los Simis siguen bailando y saludando; la gente se toma foto con ellos y no falta el manchado que los zapea entre la muchedumbre. Minutos después la tormenta se reanuda y aunque la sorpresa ya no es la misma que la primera vez, los chamacos no dejan de disfrutarlo.
Si quieres vivirlo, checa:
El Snow Parade estará desde el 5 de diciembre de 2015 al 10 de enero de 2016, en la calle de Madero. Habrá caídas intermitentes entre las 18:00 y las 22:00 horas.