17 de febrero 2010
Claudia Lizaldi
Por: Juan Meneses
¿Por qué la odiamos?
Porque vive con la banderita de soy “niña” bien, soy “niña” buena, tengo mucha luz, creo en la magia y siempre siempre sonríe, puede estar pasando una catástrofe y sonríe uffffffff. Se la pasa fingiendo caras según la ocasión es falsa e insufrible.
¿Qué futuro se merece?
Se merece quedarse en casa, no salir más de ella y que el mundo se libere de su presencia, que sea luminosa y mágica en la comodidad de su hogar.