Les preguntamos a nuestras lectoras en nuestro Facebook qué ha sido lo más extraño que han guardado en sus bolsas. Las respuestas vaya que nos sorprendieron, y no es para menos: la bolsa de una mujer es casi la entrada a Narnia.
¡Y es que aceptémoslo! A veces cargamos con objetos que no son necesarios, pero como bien dicen por ahí: “Mujer prevenida, vale por dos”, y en este caso las respuestas que más nos sorprendieron fueron éstas:
– Una patona de tequila
– El aparato auditivo de mi abue y su prótesis dental
– Los vasos y ceniceros del antro para el after
– Un cuchillo y un martillo
– El tejolote del molcajete
– Un 8 pack de chelas, hamburguesas y papas para entrar al cine
– Un salero pequeño, dos limones, dos chiles serranos verdes, por si la comida de un lugar está muy desabrida
– Un sandwich de huevo que saqué 15 días después y que ya estaba verde
– Pañales sucios y playeras vomitadas
– El cordón umbilical de mi hijo
– Una serpiente muerta
– Piedras, para pegarles a los asaltantes
– Unos limones (cuando estaban súper caros y en ningún lugar te daban)
– Llaves Allen y dildos
– Un suavitel y desarmadores… por si las moscas
– Huesos humanos, para una clase de anatomía
– Siempre traigo un sacacorchos, para lo que se pueda ofrecer
– Un dildo con caca
– Tijeras de pollero, calzones sucios y viagra
– Unos chones, y hubo un tiempo que cargué un desarmador por aquello de la paranoia colectiva
– Un pañal usado como tres días y, ¡uf!, definitivo olía mal
– El micrófono de un karaoke (¡peda mil, jajajaja!)
– Piedras y una panti, por si se ofrece
– Un martillo y sogas
– Un conejo muerto
– El control remoto de la tele que tenía buscando días
– Calzones sucios y tortillas: pasaron días para que me diera cuenta
– Una torta de tamal que llevaba como una semana hasta que me di cuenta
– El asiento de una bicicleta y limones para las micheladas
– Cloro para desinfectar los baños públicos
– El control de la tele en lugar del celular
– El vibrador… jejeje
– Un chamorro con todo y plato
– Una licuadora
– El teléfono inalámbrico de mi casa
– Unos calzones con olor a amor de mi novio
– Comida para los perros y gatos de la calle
– Ácido clorhídrico, para las pruebas de laboratorio
– Muestras de sangre de pato, bolsitas con popó de oveja… soy veterinaria, jejeje
– Una caguama
– Siempre traigo una navaja de McGyver
– El respaldo de una silla: fue una súper pedota y no lo puedo explicar 🙁
– Siempre llevo un aguacate
– Traigo desde una nariz de payaso, una lámpara y paliacate, hasta curitas
– Cuando eres mamá cargas de todo, desde pañales sucios, hasta los biberones que cuando los sacas están a punto de explotar
– Un kit bondage con esposas, sogas y hasta el disfraz de poli (mi bolsa no tenía cierre y mis “juguetes” estuvieron expuestos a la vista de varias personas)