Si has llegado a esta página es porque eres un chilangonauta, tienes entre 20 y 34 años de edad, te encuentras en vías de o ya has terminado tu carrera (te recomendamos que no sea Comunicación), dedicas más o menos cinco horas y media al día en la red (un poco más cuando no tienes plan) y el tiempo lo usas para mandar mails y mensajes, googlear información y memes, y ver videos en YouTube o redes sociales.
Toda esa información la conocemos gracias a nuestro nuevo Centro de Análisis Heurístico Caza Chilangos, que nos permite encender la cámara frontal de tu laptop, celular o tablet para verte y espiarte en todo momento. ¡Hola!…
Bueno la realidad es que sólo se tratan de los datos más recientes liberados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI), que presentaron con motivo del Día Mundial de Internet.
Según el INEGI, en la Ciudad de México hay más de cinco millones de chilangonautas, es decir, poco más del 60.5% de la población tiene acceso a Internet.
Quizá esa información puede no parecer tan relevante, pero si eres de los que usa Tinder para “conocer” amigos, te conviene darle un ojo a los siguientes datos para entender más o menos tus posibilidades de éxito.
Poco más del 14.1% tiene entre 35 y 44 años, más o menos unas 700,000 personas; el 21.2% son chilangos entre los 25 y 34 años (poco más de un milloncito) y 17.4% son usuarios que van de los 18 a los 24 años, es decir casi llegando a los 900,000.
¿En qué ocupan su tiempo? INEGI dice que los chilangos se dedican a tres cosas en Internet: buscar información (72%), mandar correos electrónicos y mensajería instantánea (58%) y entretenerse (37.1%).
La AMIPCI complementa los datos y asegura que los mexicanos gastamos 22% del día, aproximadamente cinco horas y media, en Internet, que es mejor que las dos a cuatro horas en promedio que los capitalinos pierden en el transito vehicular.
La mitad de los internautas navegan a través de sus teléfonos inteligentes y nueve de cada 10 tiene una o varias cuentas en redes sociales. Así que la próxima vez que intentes ligar, le pidas su cuenta de Facebook o Twitter y te diga que no tiene, sabrás con datos duros y respaldados que está mintiendo, la simple verdad es que no te la quiso dar.