¿Por qué lo odiamos?
Porque el señor debería de ponerse a trabajar en los temas que realmente importan a nuestro país en lugar de estarse traumando por si los gays se casan, lo peor es que tiene una aliada en este tema, la también odiosa Mariana Gómez del Campo (presidenta del PAN, DF, prima de Margarita Zavala, la primera dama, mmm) quien es como él pero en versión femenina, sí qué horror. Que alguien les recuerde que su sueldo (generoso) lo ganan por llevar a cabo acciones que repelan la violencia y la pobreza de los mexicanos. Caray hasta coraje da.
¿Qué futuro se merece?
Merece que sea expulsado no sólo de su partido, sino del planeta tierra, que nuestros oídos ya no sangren escuchando sus declaraciones que lejos de ayudar, hacen más retrógrada este país. (Más coraje).