Por Alejandra Jarillo y Mariana Camacho (las muy sacrificadas).
¿Por qué es un rey de chocolate?
Desde que era candidato para la presidencia de Estados Unidos, le echamos ojo y no sólo por su carisma y su gran discurso político, sino porque nos dimos cuenta de su gran porte: alto, dientes perfectos, mirada soñadora y al mismo tiempo un hombre de carácter que nos daban ganas de que ganara, nomás para estarlo viendo en las noticias.
Gran personalidad la de Barack, que además comparado con otros presidentes, se lleva, por mucho en físico, a cualquier mandatario que se pare al lado suyo ¿Verdad Calderón y Chávez?
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Viajar con él en su avión presidencial y juguetear después, en la oficina oval, como lo hiciera su predecesor Bill Clinton con su tristemente célebre becaria Monica Lewinsky.
Chocolatómetro
Tiramisú, sin importar las calorías, lo comeríamos sin culpa alguna.