Así quedaron las nuevas habitaciones del W
Por: Juan Luis R. Pons
Desde que abrió en 2003, el W Mexico City siempre ha sido uno de los hoteles más sexys y con más onda en nuestra ciudad. Es un hotel relajado y divertido que, además, está justo enfrente del Auditorio Nacional y a pasos de los bares y restaurantes de Polanquito y el Parque Lincoln.Por eso, no es casualidad que, además de los turistas, muchos chilangos y chilangas lo usen como un segundo hogar para la fiesta, para salir de la rutina, o hasta para dar candela a su vida de pareja.
Y como a cada iglesita le llega su fiestecita, también tocó el turno de que algunas áreas del hotel fueran remodeladas, lo que no había sucedido desde su apertura. El lobby cambió bastante: ahora tiene una pirámide invertida que cuelga del techo y una serie de sillas alrededor inspiradas en las máscaras venecianas (que igual te recuerdan la película de Ojos bien cerrados, de Kubrick).
Muy cerca está el que ahora es uno de los baños más originales de nuestra Ciudad de México. Sí, leyeron bien. Un baño. No sólo es enorme y mixto, sino que además es el único que conozco que está equipado con una barra de bebidas. Los fines de semana, te pueden servir un drink mientras esperas tu turno. (Y si eso no es aprovechar cada minuto de la fiesta, díganme qué es.)
Desafortunadamente, en la remodelación no se incluyeron más áreas comunes. Conservaron los salones de juntas, el gym y su spa (con su versión globalizada de temazcal) pero salvo la pequeña alberca de relajación (que durante toda nuestra estancia estuvo siempre a la temperatura ideal para pelar pollos, por lo que nadie pudo meterse), no hay tanto qué hacer.
El buffet de desayuno en su restaurante sí fue una sorpresa.Espectacular y más completo de lo que imaginaba, es dinero bien invertido para un dominguito después de reventar hasta altas horas de la noche en el lobby con el DJ del hotel.
En cuanto a la habitación en sí, de verdad extrañé las regaderas (que eran un tanto kinkies) con tina circular al lado de la ventana. Sólo quedan ya en algunas habitaciones que no han sido remodeladas. Ahora las nuevas tienen muros demosaico blanco con negro y están completamente cerradas. El WC está aparte, tras otra puerta.
Permanece, por supuesto, algo de lo que más gusta a quien ha dormido en este hotel y que hace famosa a esta cadena de Starwood: las heavenly beds, colchones verdaderamente celestiales que quieres llevarte a tu casa después de tu checkout (de hecho, se podría si los pagas).
El interiorismo de estas nuevas habitaciones, hecho por por el estudio neoyorquino Nemaworkshop,apunta claramente al turista extranjero, acentuando su “fantasía mexicana”. Un juego de espejos con pequeños alebrijes está ahora sobre las camas y a un costado te puede tocar una pintura de una sexy mariachi. El diseño gráfico y señalética dentro de la habitación confirma además que sigue siendo un hotel muy enfocado para un viajero divertido, irreverente y joven, por lo que la conectividad en entretenimiento también está pensada para ello, con una bocina Studio5 de NudeAudio, excelente para conectar tu iPod, iPhone o reproductor de música.
Entre los mayores aciertos creo que está la configuración inteligente de cuatro escenarios distintos de iluminación. Con el toque de un botón del panel, la luz de toda la habitación va cambiando conforme al momento del día: mañana, tarde, noche y todo apagado.
¿Ustedes ya se hospedaron o conocen a alguien que ya lo haya hecho desde la remodelación? Cuéntennos aquí abajito en los comentarios qué les pareció y si les late el nuevo look de las habitaciones del W.