Nos acercamos a esa temporada del año en que el romance empalagoso nos rodea. Y aceptémoslo, por más que lo intentemos, no podemos esquivar todas las flechas de cupido: películas ñoñas, globos y rosas por doquier, chocolates, peluches y la invasión de los post-its en coches y micros.
Pero no todo se reduce a la cursilería fácil, hay otras formas de cortejar y de demostrarle tu afecto a esa persona especial. Por eso acudimos con los más románticos de todos: los zombis.
Tenemos mucho que aprender de ellos porque, a pesar de todo, todavía tienen su corazoncito. Son seres pasionales, movidos por el deseo de consumir, digo, consumar su amor, sin miedo a exhibir sus sentimientos por ti frente a los demás.
No hay nadie más fiel, más dedicado y desesperado por tenerte entre sus brazos que un no-muerto; aunque le des la espalda y lo rechaces infinidad de veces, este cariñoso espécimen insistirá, siempre.
Además, están dispuestos a luchar contra una horda de atascados o de arrastradas, según sea el caso, para que estés con ellos (aunque también son MUY open mind y le entran sin broncas al poliamor y a las bacanales).
Sin más, he aquí algunos piropozombis y otras frases para ligar, inspiradas en los maestros, los únicos, los muertos vivientes (no sabías, pero resucitaron gracias al amor); algunas son harto explícitas y otras más melosas (úsense a discreción):
ROMÁNTICAS
- Acércate, no muerdo… a menos que me dejes.
- No te dejaré ir tan fácil (zombi obsesionado).
- Siempre te llevaré dentro de mí (zombi despachado).
- Desde que te conocí, no pienso en otra cosa más que en hacerte mía.
- Te seguiré hasta el fin del mundo, o hasta que un obstáculo se atraviese en nuestro camino.
- Tú, yo, unos tacos de lengua-tripa-sesos, no sé, piénsalo.
- Tantas mordidas te di, que en la boca llevo ya, sabor a ti (serenata zombi).
AVENTADAS
- Te voy a dejar en los puritos huesos.
- Muérdeme aquí (guiño).
- No voy a darte una mordidita, ¡voy a devorarte!
- Esto no se acaba hasta que pruebe cada parte de ti.
- Suavemente, muérdeme, que quiero sentir tus dientes, mordiéndome otra vez. ¡Dámelo! (zombi Crespo).
- Ven, devórame otra vez.
GUARRAS
- Quién fuera zombi, para comerse todo eso.
- ¿Y si aprovechamos que lo tieso no se me va a quitar?
- ¡Cóooooomeme!
- ¡Inféeeeeectame!
- Si nos mordemos y nos amamos, hay que comernos hasta arrastrarnos.
- No sé de donde salieron, pero yo sí le entraba a esas carnitas.
- Vamos a comernos eso (ellos lo inventaron).
- Cada vez que te veo, babeo más que un zombi hambriento: ¡Sabrrrrrrrrrrrosa/o!
- Mira, se me cayó ese trozo al piso ¿me lo recoges? (zombi presumido)
- Cuando nos vemos, parezco zombi con una pierna mala y tú mi víctima: yo cojo, tú gritas.
- Beso en la boca es cosa del pasado, la moda ahora es morderte un buen pedazo.