Adicción a las nuevas tecnologías

¿Te ha pasado que estás con tus amigos o en una comida familiar y  alguien en la mesa se molesta porque te distraes viendo las últimas actualizaciones de Facebook o Twitter en tu smartphone? Ajá, ese personaje que considera una…

¿Te ha pasado que estás con tus amigos o en una comida familiar y  alguien en la mesa se molesta porque te distraes viendo las últimas actualizaciones de Facebook o Twitter en tu smartphone? Ajá, ese personaje que considera una falta de respeto estar con la mirada clavada en los flamantes y costosos aparatitos.

¿Pierdes demasiado tiempo observando los perfiles y actualizaciones de estado en las redes sociales de tus amigos y enemigos?

¿Te quedas jugando videojuegos hasta altas horas de la noche, aunque esto te cause problemas con tu familia, amigos e incluso en tu salud?

Si respondiste ‘sí a todo’ es probable que seas un usuario compulsivo, o incluso un adicto a internet y a las nuevas tecnologías.

Según el doctor en psiquiatría, Blas Bombín, uno de los pioneros desde hace más de 4 décadas en la investigación sobre las llamadas adicciones sociales (como puede ser la ludopatía, adicción a los juegos de apuesta) y más recientemente las nuevas tecnologías, en los últimos años se ha agravado el fenómeno antes mencionado.

Aunque no lo creas se ha descubierto que el uso compulsivo a las nuevas tecnologías activa el sistema límbico del cerebro (esto es, a las estructuras que dirigen las emociones y el comportamiento, de la misma manera en que se altera cuando se consume alguna droga), de ahí que el uso de estas tecnologías pueda generar adicción.

Como pasa con todo vicio, estas conductas traen consigo consecuencias y afectaciones para quienes las padecen, así como efectos físicos y mentales, además de que desequilibran los entornos en que se desenvuelven.

 “En estas conductas adictivas se dedican tantas horas al consumo –a través la tecnología– que se desatienden obligaciones, se generan estados de ansiedad, síndromes de abstinencia, e incluso desajustes emocionales, depresiones, aislamiento, alteraciones del humor y carácter en casa, toda una patología que lleva a síntomas psicosomáticos, dolores de cabeza, desajustes digestivos, etcétera”.

Pero hay una buena noticia: este tipo de compulsiones y adicciones pueden ser tratadas por especialistas a través de métodos psicológicos o psicoterapéuticos, que van dirigidos a que tome conciencia de cuál es la realidad y cómo puede alejarse cada quien, poco a poco, de estas conductas.

En muchos países, incluido México, no hay cifras claras sobre este tipo de adicciones, pero se estima que alrededor del uno por ciento de la población en todo el mundo presenta conductas adictivas al uso de tecnologías.

Y aunque no es tan sencillo que reconozcamos que tenemos una adicción a las nuevas tecnologías, a las redes sociales o a los juegos en línea, un buen indicador de que estas conductas comienzan a ser un problema son los conflictos que nos ocasionamos por usarlas compulsivamente en las esferas de nuestra vida cotidiana.

Así que aparta la vista del monitor, o levántala del teléfono móvil, y ponle atención a la gente que anda a tu alrededor.

@chilangocom

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