Estado de secreto

Crítica Chilango

Por: Andrea Viedma que no dejó de emocionarse con las escenas.

Estado de Secreto es la obra dirigida por Mauricio Jiménez. La puesta en escena tiene un gran sentido de humor, hace una sátira a la situación política de nuestro país y sobre todo al llamado maximato de Plutarco Elías Calles. La intención del montaje es hacer evidente la corrupción en la cual estamos sumergidos y cómo no hay escapatoria porque toda la clase política está sucia hasta la cabeza, no hay forma de hacer algo porque quien quiera ir en contra tendrá que atenerse a las graves consecuencias de que salgan los trapitos al sol y termine en la cárcel o desprestigiado de la política.

La obra comienza en la oficina del ministro (Carlos Corona), la escenografía es pulcra y elaborada, todo muy bien planeado, cortinas largas y pesadas que llevan los colores patrios, un mueble de madera grande en donde se depositan los vasos y el cognac  es lo único que vemos al fondo. Una mesa y unas sillas se encuentras al frente y es así como vemos llegar a los compañeros del ministros alardeando sobre cuánto poder tienen y tendrán.Todo parece normal cuando de pronto el ministro con una voz grave y a un tono alto, llega gritando y no sólo eso aparece cantado mientras los demás tocan diferentes instrumentos. Es así como nos damos cuenta de que nos enfrentamos ante un musical, pero no un musical de esos aburridos y pretenciosos, este es fuera de lo común, con un gran toque de humor porque te sorprende cuando menos te lo esperas. Las carcajadas del público inmediatamente comienzan a retumbar el espacio, todos reconocen lo que ahí sucede. El ministro quien pretende llegar al poder como presidente, es un hombre obsceno, burdo, sin escrúpulos, repugnante y con decisión.

Las actuaciones son fenomenales, no son exageradas se mantienen al punto de lo real y esto invita al espectador a meterse más en la historia, de pronto olvidas el escenario y te vuelves omnipresente y testigo de lo que ahí sucede. El movimiento de los actores por el escenario es impecable, los movimientos limpios y con ritmo hacen de las interpretaciones algo formidable y muy profesional.

El equipo creativo detrás de esta obra logró hacer una puesta en escena única en su estilo, el trabajo y la creatividad para lograrlo significó mucho esfuerzo y dedicación y es viendo la obra que podemos darnos cuenta del maravilloso trabajo realizado.

Muy recomendable esta obra, no se la pueden perder…