¿Qué tienen en común la pintura prehispánica y Van Gogh?
'La grana cochinilla en el arte', nos cuenta la relación que existe entre una práctica prehispánica de México y Vincent Van Gogh.
Por: Alejandra Jarillo
Rojo mexicano. La grana cochinilla en el arte, nos cuenta la relación que existe entre una práctica prehispánica de México y Vincent Van Gogh.
Un insecto producido por el nopal, del que los aztecas extraían un pigmento rojo intenso para pintar las plumas de sus penachos, se convertiría en símbolo de poder de las clases altas y delirio de los artistas en Europa (los españoles lo llevaron al viejo continente como una novedad). El intenso carmesí, nunca antes visto, se convirtió en el color más codiciado.
Dicen los historiadores que fue Tiziano quien usó por primera vez la grana cochinilla en un cuadro. Ese color sangre —que sólo lo usaban los tintoreros para teñir las ropas de la nobleza— fue llevado por el pintor italiano al arte, matiz que llegaría hasta los cuadros de Renoir, Matisse y Van Gogh, no sin antes pasar por Rubens, Van Dyck o El Greco.
El Museo del Palacio de Bellas Artes en México rinde homenaje a la tradición prehispánica y pictórica de la también llamada «sangre de nopal» y, para darle su justa importancia, se consiguieron préstamos de museos como El Prado, el Chicago Art Institute, la National Gallery de Londres y el Museo de Orsay, entre otros, así que pueden imaginar el calibre de las obras: vamos a ver La deposición de Cristo (1550), de Tintoretto; Martirio di Santa Giustina (1570-1575), de Veronese; Cabeza de Cristo (ca. 1600), de El Greco; Interior de un harem en Oran (ca. 1847), de Delacroix; Isabella Brandt (1599-1641), de Rubens; Retrato del rey Charles Louis (ca. 1637) de Van Dyck; Madame Léon Clapisson (1883), de Renoir. Además de las joyas de casa como los Villalpando o los Zubarán, donde el rojo es el protagonista. Georges Roque, el curador, nos contó que esta muestra se estuvo cocinando por casi tres años y este fuego lento –como todo manjar– anuncia un muy buen sabor de boca.
La Grana Cochinilla. (Dactylopius Coccus)
Es un insecto parásito del nopal de cuya hembra se extrae ácido cármico–rojo carmín. Práctica del México prehispánico que se expandió a todo el mundo, primero para el teñido de ropa –disponible solamente para las clases altas europeas–, después como uno de los pigmentos más apreciados en el mundo del arte. Tintoretto, El Greco, Tiziano, Velázquez, Renoir y Matisse son sólo algunos de los creadores que lo usaron regularmente en sus obras.
Vincent Van Gogh y su encuentro con el rojo mexicano
Admirador de los pintores Anthony van Dyck y Rubens, el artista holandés indagó de dónde provenía ese rojo intenso que predominaba en sus cuadros; así dio con la grana cochinilla. Fue en el puerto de Amberes donde los comerciantes llegaban con los productos de América para su venta y donde Van Gogh la adquirió por primera vez. En esta exposición podemos apreciarla en una de sus obras más icónicas La habitación de Van Gogh en Arles (1888). Además de ver el cuadro original, encontrarás la recreación de este en la Sala Internacional. Experimentarás lo que se siente estar dentro de una de las obras más bellas e importantes del impresionismo.
¿Dónde está la expo?
Museo del Palacio de Bellas Artes
De martes a domingo de 10:00 a 18:00. La entrada está en $60, pero los domingos es gratis
También te puede interesar: Exposiciones que no te puedes perder en octubre