Hace 56 años, Adolfo López Mateos, le dijo al arquitecto Pedro Ramírez Vázquez que la creación de un museo que conservara y manejara el patrimonio cultural de México, había sido autorizada. Todo cambió en ese momento; el Museo de Antropología cumple casi 60 años este 17 de septiembre.
Desde entonces el recinto es orgullo nacional, un emblema que muestra nuestra riqueza cultural al mundo. Hasta 2015 el Museo de Antropología logró registrar 2 millones de visitantes por año. Además, está ubicado entre los diez mejores museos a nivel mundial.
Como chilangos hay cosas que desconocemos ( o no) de este museo. Por ejemplo; la cinta Museo de Gael García Bernal se inspira en el robo que sufrió el recinto; otro dato es que en lugar del Tláloc de la entrada iba a colocarse la Piedra del Sol.
El Museo de Antropología e Historia salió algo cariñoso, bueno en realidad se invirtieron casi 11 millones de dólares para levantarlo. Algo así como 130 millones de pesos. Que si lo comparamos con los mil 304 millones de pesos que costó la Estela de Luz, pues no es nada ¿verdad?
Jaime Torres Bodet, quien fuera el Secretario de Educación Pública durante el periodo de López Mateos, mandó a un equipo de expertos a viajar por todo el mundo para hacer el registro de cómo eran y estaban montados los grandes museos.
En la sala Mexica puedes encontrar la representación más antigua del escudo nacional: Teocalli de la Guerra Sagrada. En dicha pieza se puede ver al águila devorando a una serpiente sobre un nopal, quizá te resulte muy familiar ese grabado.
El sonado robo al museo sucedió un 25 de diciembre de 1985. Mientras todos celebraban la navidad, cerca de 140 piezas fueron sustraídas de las vitrinas del Museo de Antropología. En 1989 se recuperó parte del botín, cuando un presunto narco confesó haber participado en el robo. Gael se inspiró en “el robo del siglo” para hacer su cinta Museo.
Más datos chidos del Museo de Antropología
La riqueza del recinto está en el sótano. Solo se exhiben cerca de 8 mil piezas, mientras que en resguardo hay 120 mil piezas. Una colección impresionante.
De acuerdo al arquitecto encargado del proyecto, Pedro Ramírez Vázquez, la entrada principal del museo no se ubica sobre Paseo de la Reforma para que los visitantes no confundieran el recinto y así evitar tráfico.
La fuente invertida que recibe a los visitantes es obra de los hermanos José y Tomás Chávez Morado. “El paraguas” es símbolo del museo.
En sus primeros años también fue un colegio. En 1965 dentro del Museo de Antropología se encontraba la Escuela Nacional de Antropología.
La fachada principal del recinto estaría originalmente cubierta por barro. El presidente López Mateos decidió descartar la idea, pues eso se iba a ver “distinto”y se optó por mármol para no errarle.
En su momento la exposición llamada “Destrucción total del Museo de Antropología”, causó mucho revuelo, pues el curador hacía una crítica abierta a la manera en la que se abordaba el tema indígena en el recinto.
El autor Carlos Chávez realizó una obra musical llamada “Resonancias”, dicha pieza está inspirada por y para el museo. Hoy no se puede conseguir de manera sencilla.
En principio la entrada del museo iba a ser custodiada por un Atlante de Tula o una famosa cabeza olmeca. Otra idea fue traer una estela de Yaxchilán, Chiapas, pero transportarla fue imposible. Lee su historia en este enlace.
El monolito de Chalchiuhtlicue
El monolito de Tláloc (que en realidad es otra deidad y acá te lo contamos), fue trasladado desde el pueblo de Coatlinchán. La leyenda cuenta que ese día una lluvia torrencial azotó el Valle de México y varias colonias se inundaron.
Algunos pobladores de Coatlinchán se opusieron a que se llevaran el gran monolito. Amenazaron con rifles a los encargados del traslado, y les aventaron nopales y piedras.
¿Tláloc? Algunos investigadores afirman que en realidad la deidad femenina del agua llamada Chalchiuhtlicue, es la que resguardada la entrada del Museo de Antropología.