Domingo de tianguis en la colonia San Felipe. El Chipotes se alista para recibir a la banda y la calle se cierra todo el día por los puestos de ropa, garnachas, chácharas, fayuca. La pandilla aprovecha para armar la bistecisa. El Chilangos Low Bike Clube está listo para empezar el día.

Pantalón caqui, zapato y camiseta blanca, lente oscuro. Estilo tumbado. Entre todos montan carpas, sacan el asador a media calle para prender el carbón, mientras retumba el rap en la bocina. Y en la esquina, el Monstruo tira y prende, tira y prende. 

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El humo de la mota se mezcla con el de la carne asada. El responsable de la parrilla se pega unos toques de activo. Las micheladas de a caguama con un chingo de chamoy comienzan a circular, como circulando, de Metro Neza a la Sanfe, vienen los Chilangos pedaleando sus bicis. 

Rodar y rodar

Entre las actividades del club se encuentran la convocatoria anual para recaudar juguetes, ropa y medicamentos para ir pedaleando a entregar los kilos o toneladas reunidas, principalmente a Ecatepec. El club le da prioridad a este municipio porque “casi nadie se preocupa por Ecatepec”, como se oye decir a varios de sus miembros. Foto: Ilse Huesca.
Low bike, low profile
Y una vida tranca con la clica pa’ pasarla fine
Foto: Ilse Huesca.

Chilangos Low Bike Club México son unos homies que visten con Lowrider y andan en rilas tuneadas por ellos mismos: cuadros artesanales, algunos de 1.20 de largo, con manubrio long horns y otros aditamentos que lo convierten en un vehículo llamativo, pero sobre todo, cómodo. “Cada uno le da su personalidad, pero lo más importante es que te sientas cómodo a la hora de rodar, porque sí estamos de cuatro a seis horas arriba de la bici, dependiendo el recorrido”, comenta Fernando Brown, presidente del club. 

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El objetivo es rodar. Cada mes, Chilangos se reúne en algún punto de la ciudad para congregarse e iniciar la rodada. Previamente se traza la ruta, se hace el recorrido en moto (para supervisar las calles, la seguridad, el tránsito) y el día de la rodada, unas 60 bicis (algunas tuneadas, otras no) van en grupo, mientras sus tripulantes cotorrean, conviven, recorren el territorio.

Foto: Ilse Huesca.
La esencia es la misma
con un trago y un flavio
con la banda y la rima
en la rila y el auto.
“Al rodar se te olvidan los problemas, descansas, vas con una paz espiritual rodando en tu bicicleta y te olvidas de todo. Eso alimenta tu corazón, tu personalidad, tu alma. En tu bicicleta dejas tu esencia.” Nayeli a.k.a. La Güera. Foto: Ilse Huesca.
Domingo de aterrizaje
con carne asada en la Sanfe
Foto: Ilse Huesca.

La bici como alimento para el espíritu

La moto que va a la vanguardia abre camino a los ciclistas que se adentran al tianguis, donde pasan con sus bicis entre la gente. Quieren hacerse notar y que en el barrio sepan que son Chilangos, que tienen un club y que toda la gente puede unirse, solo con un requisito: que la bici sea su pasión. “Porque si tu mundo no es la bicicleta, estás equivocado de club. Aquí vienes a rodar, y de verdad te lo digo, se te olvidan los problemas, descansas, vas con una paz espiritual rodando con tu bicicleta y te olvidas de todo. Y todo eso alimenta tu corazón, tu personalidad, tu alma. En tu bicicleta dejas tu esencia, ¿si me explico?”, afirma Fernando. 

La tarde empieza a caer y luego de la comilona, con el mal del puerco, el cuerpo puede perder. Antes de que se haga de noche y nos agarren las prisas en la Sanfe, dejamos a la banda con unas buenas rimas y que siguiera echando chorcha, toque y mona. Nosotros tomamos camino de regreso, ya no en bici, si no en un Uber que le dio la vuelta al tianguis para poder entrar al barrio y movernos de la GAM a la Cuauhtémoc. 

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Foto: Ilse Huesca.
Chicanos, cholos, pochos, homies, barrio
y libertad
long horns con los brazos bien arriba
para mayor comodidad
Foto: Ilse Huesca.
y ver si en una de esas a la baica le salen
alas
y de verdad puedo volar.
Fotografías: Ilse Huesca.

¿Ya tienes la revista Chilango de julio?

Antes de despedirnos, Fernando y su esposa nos invitan a seguirlos en sus redes y a estar atentos de las rodadas que organizan por varios barrios, pero sobre todo, en el Centro Histórico, donde disfrutan rodar y causar admiración, porque eso sí: a los Chilangos los tienes que voltear a ver. 

El dossier de Chilangos Low Bike Club se realizó para la revista Chilango del mes de julio. ¿Aún no la tienes? Encuéntrala en Starbucks, Sanborns, Puestos de Revistas y Aeropuerto. O lee nuestros especiales online aquí.