La represión del gobierno mexicano a finales de los años 60 dio origen a un movimiento estudiantil y musical que reflejó las esperanzas, el desencanto y la resistencia al sistema político por parte de una generación de jóvenes.
La música acompañó mítines, asambleas, concentraciones y marchas, no sólo como fondo para amenizar el momento de lucha, también como medio para propagar las ideas y registrar los acontecimientos de 1968 en la Ciudad de México, que culminarían en el sangriento 2 de octubre.
Rock, canción de protesta y folclor abanderaron las protestas juveniles, para nada figuran los temas melosos de los tríos, ni la música ranchera. No cuadraban con las consignas: “Prohibido prohibir”, “Mamá no vemos en la Procu”, “Veterinaria presente, vacuna a tu granadero” y otras tantas igual de combativas, irónicas, alegres y críticas.
A 45 años del fatídico 2 de octubre en Tlatelolco, recordamos cuál era el playlist de la rebelión juvenil, algunos grupos y canciones no eran del agrado de las autoridades ni de algunos padres de familia.
Óscar Chávez comenzó a cantar desde 1962 en las facultades de Ciudad Universitaria y estuvo presente en el movimiento estudiantil de 1968, interpretaba temas como Carabina 30-30 en foros, la explanada de Ciudad Universitaria o la Plaza Roja de Zacatenco. Desde ahí siempre ha estado en las grandes luchas y hoy es el máximo icono de la canción de protesta.
Meses antes del inicio del revuelta juvenil se presentó en la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM la compositora y cantate Judith Reyes, quien a través de corridos dejó una marca en los estudiantes, con el paso de los días escribió corridos de los combates del Politécnico, a Díaz Ordaz, a la ocupación militar de la Universidad; Gorilita, gorilon; Coplas de las medallas; entre otras canciones.
La música latinoamericana de protesta se comienza a escuchar a través de Radio Universidad, el noticiero del Consejo Nacional de Huelga comenzaba con el tema Me gustan los estudiantes de Violeta Parra. Sonaban canciones de Daniel Viglietti como A desalambrar.
En las marchas y movilizaciones Ismael Colmenares Maguregui forma el grupo Los nakos y escribe La Balada del granadero, una parodia de La balada del vagabundo de José Guardiola.
Las canciones militantes y de lucha de José de Molina hicieron acto de presencia junto a los estudiantes, él sobrevivió a las balas del miércoles 2 de octubre de 1968.
La omnipresencia de The Beatles alcanzó México y a las protestas juveniles, el tema Hey Jude y su pegajoso coro “Naaa na nana naaa nana naaa…”, extraído del Álbum blanco era escuchado y cantado por los jóvenes. Le imprimía alegría y esperanza a las movilizaciones. https://www.youtube.com/watch?v=bFy7-XuCN2w
El hit parade de aquel octubre en Radio Capital tenía en el número 1 a Sky Pilot de Eric Burdon & The Animals, seguido por Mrs. Robinson de Simon & Garfunkel y Angel of the morning de Merrilee Rush.
Los estudiantes escuchaban a Kinks, The Who, Janis Joplin y Jimmy Hendrix; unos de los temas más sonados eran Street Fighting Man de los Rolling Stones y Ligth my fire de The Doors.
La rebeldía estudiantil también puso sus oídos en Joan Baez, Leonard Cohen, Bob Dylan, Pete Segeer, este último se presentó en la Facultad de Ciencias de la UNAM invitado por el Partido Comunista. Del rock nacional sonaban los Dug Dugs y Javier Bátiz. Un tema muy escuchado era Blowing In The Wind
Canciones que reflejaban la utopía y el romanticismo de una generación de jóvenes.